Este martes un camarero de un bar vecino a la freiduría La Espuela, en la localidad de Parla (Madrid), descubría los cadáveres de dos hombres en el interior del citado local. Una presunta explosión en la cocina del bar había roto los ventanales de la puerta, los cristales se habían esparcido por el suelo y, a ambos lados de la barra, en un local de pocos metros cuadrados, se podían ver desde el exterior los cuerpos de dos hombres ensangrentados.
Se descarta la muerte accidental: fueron degollados
En un primero momento se creyó que la explosión podía haber acabado con la vida de Rubén M.R., de 62 años y nacionalidad española, dueño de la freiduría, y de un amigo suyo. Sin embargo, los agentes de la Policía Nacional que se personaron hasta el lugar de los hechos pronto descubrieron que ambos cuerpos presentaban heridas compatibles con arma blanca, golpes en la cabeza, en el pecho y otros cortes defensivos, como consecuencia de un posible enfrentamiento.
Tras descartar la explosión como causa de las muertes, los investigadores confirmaron que ambos habían sido degollados por una tercera persona. Aun así, con todo, las autopsias de ambos cadáveres proseguirán hoy jueves en el Instituto de Medicina Legal de Valdebebas, según adelanta El Mundo.
Principales hipótesis: drogas o deudas
Así es como este suceso daba un giro de 180º, pasando de ser un posible accidente laboral a un crimen en mayúsculas. Como avanza el citado medio de comunicación, el detonante de las muertes pudo haberse dado tras una bronca por asuntos relacionados con el tráfico de estupefacientes o una deuda económica. En este sentido, según el relato de varios vecinos, en la freiduría La Espuela eran habituales las reyertas entre los comensales. Abría sus puertas hasta tarde y no sería la primera vez que se originan broncas por asuntos “turbios” a altas horas de la madrugada.
Sin embargo, fuentes policiales citadas por El Mundo, aseguran no descartar otras hipótesis. “Aún es pronto para saber el móvil, las investigaciones acaban de empezar. Hay que esperar a las autopsias para saber más datos”, señaló un portavoz policial.
Intentaron incendiar el local
Otra dato que ha llamado la atención de los investigadores de la Policía es que tras el doble crimen se produjo un incendio en el interior del bar. Concretamente, ardió la cortina de la puerta de entrada y una parte de una pared, por lo que se sospecha que quizá el presunto o presuntos asesinos quisieron prenderle fuego al local con el objetivo de borrar huellas y dificultar la investigación policial. Aunque los cuerpos fueron localizados por el camarero del bar vecino el martes por la tarde, las primeras informaciones ya apuntaban a que podían llevar horas muertos, quizá desde el lunes por la noche.
