El detenido dice que Marta Calvo habría muerto practicando sexo con drogas

El detenido asegura haber descuartizado a la chica, tras su muerte | FACEBOOK
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Jorge Ignacio Palma habría declarado que el cuerpo de la joven habría empezado a convulsionar para, posteriormente, fallecer. Aun así, los investigadores muestran cautela ante dicha versión, que creen que responde a una estrategia de la defensa

El detenido por la muerte y posterior desaparición de la valenciana, Marta Calvo, ha asegurado que la joven murió de manera accidental después de practicar sexo de riesgo, al haber consumido altas dosis de cocaína, en lo que se conoce como «fiesta blanca». Jorge Ignacio Palma, de 38 años, aseguró que Calvo tuvo una reacción inesperada, como un ataque cardiaco y, posteriormente, murió. Las llamadas «fiestas blancas» son prácticas sexuales consideradas de alto riesgo, porque la cocaína no sólo se aspira por la nariz, y al entrar en el cuerpo por otras mucosidades, multiplica su efecto y peligrosidad.

Con varios antecedentes policiales, el detenido, que ya estuvo preso en Italia por tráfico de cocaína de gran pureza en 2008, se atemorizó y decidió deshacerse del cadáver. Fuentes de la investigación muestran mucha cautela ante esta versión, que consideran que podría ser una estrategia de la defensa. 

El presunto homicida, que se entregó el pasado miércoles tras más de 25 días en paradero desconocido, confesó haber descuartizado el cuerpo de Calvo. Los investigadores barajan otras hipótesis sobre lo que hizo para deshacerse del cuerpo. De todas formas, se ha ordenado que se paralicen las actividades del vertedero de Guadassuar (Valencia).

¿Y el cuerpo de la joven?

El ahora detenido confesó, tras entregarse, que descuartizó el cuerpo y arrojó los restos de la joven en distintos vertederos de la población valenciana de Manuel y de los alrededores. En la confesión sin su abogado en el cuartel de la Guardia Civil de Carcaixent, Palma aseguró que había adquirido herramientas para poder desmembrar el cuerpo. Los efectivos policiales tratan ahora de localizar los restos de la joven valenciana, unas tareas que el pasado miércoles se centraban en la planta de reciclaje de Guadassuar.

La cita con Calvo tuvo lugar en la casa del detenido en Manuel (Valencia), que ha sido registrada en varias ocasiones sin que haya trascendido ningún hallazgo significativo. Los investigadores tienen previsto reconstruir los hechos en Manuel con el detenido. El juzgado de Instrucción, número 6, de Alzira, se encarga de las diligencias del caso, declarado bajo secreto.

Casi un mes desaparecida 

La pista de Marta Calvo se perdió el pasado 7 de noviembre, cuando la joven, de 25 años, quedó en la localidad de Manuel (Valencia) con un desconocido con el que había contactado por Internet. La mujer mandó a su madre la ubicación del lugar en el que se encontraba y nunca más se supo de ella. Desde entonces, la Guardia Civil investigaba el caso, y el pasado miércoles, 4 de diciembre, Jorge Ignacio, el único sospechoso, se entregó tras la presión policial. 

En una carta enviada al programa Espejo Público, el padre de Marta Calvo ha asegurado que «lo peor que puede vivir un padre es no saber dónde está su hija» y asegura que han sufrido «26 días de incertidumbre, miedo, preocupación…, con sus 26 noches, hasta recibir esa llamada».

«Esa llamada que te confirma tus peores sospechas. Un día que nunca esperas vivir y que nunca vas a olvidar», señala.

El precedente de Russafa

El detenido se vio involucrado, hace unos meses, en un caso parecido. Acudió a un piso del barrio de Russafa, de València, y contrato los servicios de una prostituta. Poco rato después, abandonó precipitadamente la vivienda y, cuando las compañeras de la mujer entraron, la encontraron inconsciente y convulsionando y llamaron al 112 para que fuera trasladada a un centro médico.

Pocos días después, la joven falleció en el Hospital La Fe y, aunque la Policía pudo identificar a Nacho, como se le conoce en su círculo familiar y de amistades, e interrogarle, no se le llegó a acusar de ningún delito, puesto que la muerte, al parecer por una intoxicación por cocaína, no se llegó a calificar de homicidio, sino de accidente.

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