El detenido por la Guardia Civil durante la noche de este jueves como sospechoso de la desaparición de Manuela Chavero, en julio de 2016, ha confesado el crimen tras su detención y ha revelado que la enterró en una de sus fincas. Según ha podido saber ABC, se trata de un individuo de 28 años, que vive muy cerca de la casa de la víctima, en su misma calle y al que tanto ella como su familia conocen de toda la vida. Al parecer, el hombre ha reconocido los hechos y se ha mostrado dispuesto a colaborar con los agentes para que se pueda encontrar el cuerpo.
Al parecer, la Guardia Civil venía siguiendo la pista a este sospechoso desde hace meses y, en los últimos días, se había avanzado en las investigaciones, estrechando el cerco al ahora detenido, después de que una hermana de la desaparecida hubiera recibido una carta anónima donde se le apuntaba como sospechoso.
Se fue de casa en extrañas circunstancias
Desde su desaparición, la madrugada del 4 al 5 de julio de 2016 la Guardia Civil —Policía Judicial de Badajoz y los mejores especialistas de la UCO— no han dejado de buscarla. La investigación siempre ha señalado la implicación de alguien conocido, pues la puerta no se forzó.
Al día siguiente de su desaparición, sus allegados no encontraron nada forzado en la vivienda y sobre su cama estaban los pantalones que había llevado el día anterior. La luz del salón y de la cocina se encontraban encendidas, al igual que el televisor. Manuela se había marchado de forma precipitada, dejando atrás su llaves, teléfono y documentación.Desde entonces, hace más de cuatro años, se han realizado varias batidas para encontrar algún rastro de la mujer.
