Cuando se ha cumplido casi un mes desde la muerte de un DJ en una fiesta ilegal en un chalet de lujo de Marbella, se da por finalizada la investigación policial. El caso ha sido asumido por el el Juzgado de Instrucción número 2 de Marbella, que ha levantado el secreto de las actuaciones, según han indicado desde la Policía Nacional en un comunicado.
En total, han sido diez las personas detenidas relacionadas con el crimen del DJ José María Ares, alias Chema, fallecido por un impacto de bala. En las primeras 48 horas se efectuaron las detenciones de dos personas. En aquel momento fue aprehendido el presunto autor del disparo y uno de sus su guardaespaldas, ambos de nacionalidad alemana, cuando planeaban huir del país. Al primero se le imputa un delito de tenencia ilícita de armas, omisión del deber de socorro y homicidio, mientras que al segundo se le imputa un delito de encubrimiento y omisión del deber de socorro.
Los investigadores intervinieron el vehículo utilizado por el responsable material de la muerte, que abandonó la villa donde se celebró la fiesta a gran velocidad, un chaleco con serigrafía que hace referencia a la polémica organización motera Ángeles del Infierno, a la que ambos pertenecen, un arma corta automática con el número de serie borrado, dos cargadores, un silenciador y 1.635 euros en efectivo.
Diez detenciones
En los últimos días los arrestos se han ido produciendo a cuentagotas. Además de estos dos detenidos, han caído también los dos organizadores del evento ilegal, tres integrantes del personal de seguridad y un DJ compañero de la víctima, que han sido detenidos, todos ellos, por presuntos delitos de encubrimiento y omisión del deber de socorro.
Tras el levantamiento del secreto de sumario se ha conocido que en la madrugada del 29 de marzo, fecha en la que se produjo el trágico suceso, en la villa de la urbanización de Guadalmina Alta (Marbella) en la que se celebraba la fiesta ilegal, el presunto autor del disparo amenazó al DJ porque no le gustaba la música que estaba pinchando, "amedrentando a la víctima al objeto de que la cambiara". Un rato después, por motivos que se desconocen, apretó el gatillo apuntando hacia el techo de la sala en la que se encontraban los invitados al evento. Una de las balas rebotó y su trayectoria se desvió, con tan mala fortuna que terminó impactando en el cuello del DJ y atravesándole el pulmón.
No avisaron a los servicios de emergencia
Los agentes localizaron a la víctima, José María Ares, con un impacto de bala en el cuello. Cuando llegaron al lugar de los hechos, alertados por los vecinos, los servicios sanitarios solo pudieron certificar su fallecimiento. Según recogen las diligencias practicadas, los investigadores se encontraron con el cuerpo, ya sin vida, del disc jockey. El DJ ferrolano murió solo, abandonado en una sala en la que se evidenciaba que había tenido lugar una fiesta. Pero ni rastro de los invitados. Ahora, se ha conocido que tras los disparos, todos los asistentes huyeron de la villa "y abandonaron a la víctima sin avisar a los servicios de emergencias". La ardua labor de la policía para identificar a los asistentes ha permitido, finalmente, concluir con éxito la investigación de esta trágica muerte.