Segunda jornada consecutiva de disturbios en la ciudad de Barcelona en protesta por el encarcelamiento del rapero Pablo Hasél. Lo que ha empezado como una marcha pacífica, coreando cánticos por la libertad del rapero, pronto se ha convertido en una auténtica batalla campal por las calles del centro de la ciudad. Pese a que las manifestaciones deben ser estáticas para respetar la distancia social, la marcha enseguida ha puesto rumbo hacia Plaça Catalunya. Una noche más, un grupo de manifestantes se ha encarado con los agentes antidisturbios de los Mossos d’Esquadra quemando contenedores, lanzando objetos contundentes y destrozando mobiliario urbano para crear barricadas.
La manifestación convocada a las 19.00 horas en los Jardinets de Gràcia, que arrancó a ritmo de rap con canciones de Hasél versionadas por los asistentes, se desplazó hasta la plaza de Urquinaona, a escasos metros de la Jefatura Superior de Policía de Catalunya, donde se han producido los primeros enfrentamientos entre manifestantes y Mossos d’Esquadra. Las callejuelas adyacentes se han convertido en una ratonera para viandantes y comerciantes que han tenido que refugiarse en el interior de los locales de las cargas policiales y de los disturbios. Esta vez, no solo han utilizado contenedores para evitar el paso de los furgones, sino que se han provisto de material hurtado en obras aledañas e incluso de motocicletas de renting.
El centro ha quedado cercado por las llamas
Las salvas con pelotas de foam y los carruseles de lecheras a toda velocidad han conseguido dispersar a los manifestantes, que se han disgregado hacia otras zonas de la capital. Los núcleos de conflicto se han desplazado entonces, de forma simultánea, a Rambla Catalunya, Plaça Catalunya, Carrer de Pelai, Universitat y Balmes. El fuego de las barricadas ha cercado el centro de la ciudad, haciéndola intransitable. Ha sido precisamente en el Eixample donde se han producido los incidentes más graves. Entre ellos, además de los ya habituales destrozos del mobiliario urbano, los manifestantes también han asaltado el concesionario Catalunya Wagen, reventando la puerta de acceso principal.
De hecho, toda la zona del Eixample ha quedado incomunicada. Tanto el servicio de metro y cercanías como el tráfico han quedado interrumpidos en este tramo, lo que ha imposibilitado también la circulación de autobuses urbanos. Ante esta situación, muchos viandantes y turistas se han encontrado con dificultades para regresar a su domicilio y se arremolinaban expectantes en los laterales de las calles afectadas flanqueadas por las fuerzas del orden.
Más de dos horas de batalla campal
Para sofocar las llamas de las innumerables barricadas salpicadas en un escenario de apariencia bélica ha sido necesario el despliegue de varias dotaciones de bomberos ante el peligro de que las columnas de fuego, de hasta 6 metros, alcanzasen los edificios más cercanos. Y, durante casi dos horas, mientras unos intentaban sofocar el fuego, los otros se movían y creaban nuevos incendios. En medio de todo el alboroto, al menos uno de los jóvenes que se manifestaban ha resultado herido y ha tenido que ser atendido por los sanitarios voluntarios que han recorrido las calles del centro desde primera hora de la tarde.
Entre las siluetas de policías y manifestantes, separadas tan solo por las llamas, calles destrozadas, repletas de cascotes y columnas de humo espeso que envolvían la Ciudad Condal en una nube irrespirable. Pasado el toque de queda, decenas de contenedores todavía seguían ardiendo. Algunos curiosos, buscando hacer la mejor foto se acercaban a las zonas de conflicto, pero la realidad es que el panorama resultaba aterrador.
29 detenidos en Catalunya
Aunque el objetivo de los black blocks era la policía, no siempre acertaban. Las piedras, las botellas y los palos de hierro volaban en todas direcciones mientras los allí presentes trataban de abandonar el epicentro de las revueltas. En total, los Mossos han detenido en esta segunda jornada a 29 personas en Catalunya, de los cuales 10 han sido arrestados en Barcelona.
A la cárcel por las letras de sus canciones
Cabe recordar que tanto la manifestación de este miércoles, como la convocada el martes, se desarrollaron en protesta por el encarcelamiento del rapero Pablo Hasél. El cantante leridano ingresó este martes en la prisión de Ponent (Lleida) acusado de los delitos de enaltecimiento del terrorismo con la agravante de reincidencia e injurias y calumnias a la corona y a las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado por el contenido de las letras de sus canciones.
Su ingreso a prisión ha movilizado a miles de personas en Catalunya y otras ciudades de todo el país, que exigen su puesta inmediata en libertad.