La plataforma ciudadana “Barcelona és imparable” ha conseguido concentrar a miles de personas en Barcelona frente al ayuntamiento para protestar por las políticas del gobierno del consistorio municipal y exigir la dimisión de la alcaldesa Ada Colau. El manifiesto de la entidad ha sido firmado por más de cien entidades de la ciudad, del ámbito vecinal, cultural, asociativo, económico y cultural, y por más de dos mil personas a título individual.
Desánimo y estancamiento
La principal exigencia de los manifestantes ha sido la dimisión de la alcaldesa a la que achacan la crisis en la que se encuentra sumida la ciudad condal. Según se ha escuchado en la lectura del manifiesto, Barcelona está sumida en una etapa de estancamiento y desánimo, de la que culpan directamente al equipo de gobierno municipal, a que acusan de “haber desecho el modelo de éxito que representaba la ciudad de Barcelona y de haberla convertido en la ciudad del no.
En declaraciones a este medio de Gerard Esteva, uno de los portavoces de “Barcelona és imparable”, esta movilización es sólo el inicio de un camino que quieren culminar con el fin de la etapa Colau al frente del gobierno municipal de Barcelona. Esteva, además, ha reconocido que han sido conocedores de que determinadas entidades y asociaciones emblemáticas de la ciudad han recibido presiones desde el gobierno municipal para que no participasen de la plataforma ciudadana ni en la movilización.
Representantes del tejido vecinal
La plaza de Sant Jaume ha estado repleta de vecinos y vecinas de Barcelona de todo tipo. Un gran número de los presentes eran debutantes en este tipo de movilizaciones ciudadanas de protesta, mientras que otros, representantes en su mayoría del tejido asociativo vecinal, como la plataforma “Tsunami Veïnal”, son veteranos en lo que a la protesta en las calles se refiere.
Esta mezcolanza de perfiles es lo más novedoso de esta movilización, que ha conseguido unir a gentes de entornos tan diferentes la ciudad, como Sant Gervasi y Ciutat Vella, bajo un único propósito, que es pedir la dimisión de Ada Colau frente a la misma puerta del ayuntamiento.
Crisis economía, suciedad e inseguridad
Las principales razones por las que se ha llegado al hartazgo, según varios de los y las presentes con los que ha hablado este medio en el transcurso de la movilización, tienen que ver con la política económica de la ciudad, que ha dejado pasar oportunidades de crecimiento históricas para Barcelona como podría ser la ampliación del aeropuerto de El Prat, la gestión del medio ambiente, especialmente la recogida de basuras “puerta a puerta, que ha sido rechazada explícitamente por los manifestantes, la suciedad y el estado de degradación en el sostienen que se mantiene la ciudad, y la inseguridad que crece exponencialmente en las calles de Barcelona, según los vecinos y vecinas allí concentrados.
La concentración, que ha estado salpicada continuamente por los gritos de “Fora Colau” y “Colau dimissió”, ha durado aproximadamente una hora, y ha culminado con la lectura del manifiesto a cargo de diez personas representantes de las entidades firmantes, y con los parlamentos finales de los principales promotores de la plataforma, Gabriel Jené, de Barcelona Oberta, Ferran Piqué, de la Federación Nacional d’estudiants de Catalunya, Manel Martínez, representante de Tsunami Veïnal y Gerard Esteva. Si bien es cierto que, en los días previos a la movilización, los organizadores se han afanado en desmentir la vinculación de esta plataforma con los partidos políticos de la oposición en el consistorio, y que en la concentración había gente de muy diversas sensibilidades políticas, la protesta sí ha recibido apoyo explícito de los grupos municipales de Junts per Catalunya y Partido Popular en estos últimos días.