El presunto asesino de Lardero actuó estando en libertad condicional

A Francisco José Almeida se le acusa de un delito de homicidio por la muerte del menor de 9 años en Lardero   /   Guardia Civil
photo_camera A Francisco José Almeida se le acusa de un delito de homicidio por la muerte del menor de 9 años en Lardero / Guardia Civil
El Juez de vigilancia penitenciaria autorizó la decisión de la Secretaria General de Instituciones Penitenciarias favorable a conceder la progresión de grado y otorgar la libertad condicional a pesar de que la Junta de Tratamiento de la cárcel del Dueso se opusiera

Francisco José Almeida ha vuelto a ingresar en prisión después de que la jueza del Juzgado de instrucción núm. 2 de Logroño dictara prisión preventiva comunicada y sin fianza para el detenido. Se le acusa de un delito de homicidio por la muerte del menor de 9 años en Lardero (La Rioja), sin perjuicio de que el delito se pueda modificar y sea calificado de asesinato a medida que avance la investigación del caso.

El detenido, que se ha acogido a su derecho a no declarar, fue detenido el jueves por la tarde por la Guardia Civil de La Rioja tras el aviso de un vecino de la localidad que halló en el rellano del bloque a Almeida con el pequeño en brazos. Tras pasar a disposición del juez la mañana del domingo, fue trasladado desde los juzgados al módulo 9 de la prisión de Logroño, donde ya permanece entre rejas.

Pudo morir estrangulado

El viernes se procedió al registro del domicilio del investigado y se encontraron pelos de la peluca del disfraz que llevaba el menor el día de su desaparición. Durante la inspección ocular los investigadores también hallaron huellas y restos biológicos del menor que lo sitúan en el apartamento de Almeida donde presuntamente fue estrangulado. Los resultados de la autopsia todavía no han trascendido, pero los investigadores apuntan a que el pequeño de 9 años pudo morir asfixiado, ya que el presunto asesino dejó marcas en el cuello del menor.

Polémica decisión

A pesar de haber sido condenado hasta en dos ocasiones, el detenido no ha cumplido íntegramente ninguna de las penas impuestas. Su primera condena fue de 7 años tras ser acusado de una agresión sexual, pero solo cumplió 4. Solo un año después de quedar en libertad fue condenado a 30 años de prisión por agresión sexual y asesinato por el ‘crimen de la inmobiliaria’, condena que se extinguía el 17 de agosto de 2023, pero Almeida fue puesto en libertad condicional tres años antes del cumplimiento de la pena.

En abril de 2020, el Juez de vigilancia penitenciaria autorizó la decisión de la Secretaria General de Instituciones Penitenciaras favorable a conceder la progresión de grado y otorgar la libertad condicional al acusado.

Meses antes de esa decisión, y antes de que Almeida fuera trasladado de la prisión del Dueso (Cantabria) al Centro Penitenciario de Logroño, la Junta de Tratamiento de la prisión del Dueso acordó, con discrepancia de opiniones, que Almeida continuará en segundo grado. Sin embargo, el preso recurrió la decisión ante Instituciones Penitenciarias y finalmentela administración le concedió la libertad condicional solo un mes después de su progresión al tercer grado. Esta decisión, a la que no se opuso la Fiscalía, coincidió en un momento en el que el Ministerio del Interior propuso aumentar la concesión de terceros grados en España.

Un preso “ejemplar”

Fuentes del centro penitenciario califican al detenido como un preso de confianza, educado, nada conflictivo y obediente a las instrucciones de los trabajadores del centro. Sin embargo, los antecedentes penales evidencian que Almeida es un delincuente reincidente además de muy peligroso y ponen en entredicho que los protocolos de evaluación del riesgo y los programas de tratamiento de delincuentes en prisión hayan servido para algo. El abogado que lo defendió por el ‘crimen de la inmobiliaria’, Florian Gómez Soria, también expuso en su día: “volverá a hacer lo que ha hecho”, refiriéndose a su defendido, Francisco José Almeida.

Antes de acceder al tercer grado, el detenido disfrutó de 39 permisos de salida sin incidentes, cuando ya había cumplido 15 años de su segunda condena, y de un vis a vis en el que, a pesar de ser condenado por dos agresiones sexuales, se le facilitó una Viagra para que pudiera mantener relaciones sexuales con una mujer a la que había conocido por carta. Esta decisión, avalada por la dirección del centro, se tomó para reducir la agresividad del interno puesto que, según reza en la sentencia del ‘crimen de la inmobiliaria’, la estimulación sexual de Almeida pasa por el dolor de su víctima.

Con todavía 3 años de condena pendientes por cumplir y a la espera de ser juzgado por el crimen de Lardero, Almeida regresa a la cárcel que hace poco más de año y medio abandonó.

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