Olivia Podmore, ciclista olímpica, neozelandesa de 24 años, ha aparecido muerta en su casa. La joven, quien representó a su país en los Juegos Olímpicos de Río 2016, ha agitado de nuevo el debate en torno a la presión y la salud mental de los deportistas. Como evidenció la gimnasta norteamericana, Simon Biles, hace escasas semanas, los deportistas de élite no son seres mitológicos con superpoderes, se rompen por fuera y por dentro y hay lesiones invisibles, como la que reconoció tener Billes o como la que seguramente tenía Podmore, que, si no se tratan a tiempo, terminan en tragedia.
Dejó un mensaje preocupante antes de morir
Podmore no se había clasificado para representar a su país en Tokio 2020. Nadie se percató de la herida que eso le había causado en lo más profundo de su ser y tras un escrito en su perfil de Instagram, en el que ya se podía intuir su delicado estado de salud mental, la joven se quitó la vida. “El deporte es una gran salida para muchas personas. Es una lucha, es una lucha, pero de muchas alegrías. La sensación de ganar es diferente a cualquier otra, pero cuando pierdes, cuando no eres seleccionado, cuando no calificas, cuando te lesionas, cuando no puedes cumplir con las expectativas, incluso entonces sientes una sensación como ninguna otra”, posteó poco antes de morir.
La policía neozelandesa investiga las causas de la muerte, pero todo parece apuntar a un suicidio. La presión, la exigencia y las heridas mal curadas le condujeron a quitarse la vida. A raíz de la muerte de Podmore, la Federación Neozelandesa de Ciclismo se desmarcó con unas declaraciones en las que aseguraba poner especial interés en la salud mental de sus deportistas. “Habrá un tiempo para que revisemos y veamos si y dónde hubiéramos tenido pasos en falso o dónde no actuamos correctamente”, aseguró el presidente de la Federación en rueda de prensa.
Alegato en favor de la salud mental
A raíz de la lección que dio Simon Biles reconociendo sus heridas más profundas, decenas de deportistas han aparecido en los medios dando su apoyo a la norteamericana y reconociendo la importancia de cuidar el cuerpo por dentro y por fuera. Una de ellas fue la medallista española Ana Peleteiro.
La atleta, bronce en triple salto femenino, reconoció a su vuelta de la cita olímpica que también trabaja psicológicamente para mejorar su rendimiento: "Si llego a saberque la ayuda psicológica me iba ayudar tanto empiezo antes, pero nunca acababa de dar el paso porque pensaba que lo tenía controlado. No sé por qué nos cuesta admitir que necesitamos cuidar nuestra cabeza. Me ha ayudado mucho en lo personal y obviamente en lo profesional".