Este pasado fin de semana los Mossos d’Esquadra detuvieron a un hombre acusado de violar a una mujer en la madrugada del Viernes Santo en los jardines colindantes al Museu Marítim de Barcelona, junto a la avenida de Drassanes, en Ciutat Vella.
La víctima, ingresada en el Hospital Clínic de Barcelona, sufrió la amputación parcial de una oreja, posiblemente de un mordisco, la rotura de un labio y una fractura en una extremidad, entre otras lesiones, además de la propia violación.
Tras la brutal agresión, la asociación de vecinos de el Raval emitió un comunicado poniendo de manifiesto que ya habían advertido del comportamiento que dicho individuo había tenido los días previos a la violación.
Comportamiento previo
Desde el pasado viernes 12 de abril, los vecinos habían visto al violador cometiendo diversos hechos delictivos alrededor de la calle Robador.
Según los datos conocidos, se le vio arrancando cableado, increpando a los vecinos o incendiando contenedores. Acción que repitió en varias ocasiones.
Los vecinos tuvieron que sofocar los pequeños incendios producidos por el individuo y recibieron varias amenazas por su parte. Aseguran que, incluso, hicieron vigilancias “ante el temor de nuevos incendios o actos vandálicos”.
La última vez que le vieron iba ensangrentado, debido a la violación y a la terrible agresión prepetrada a la mujer portuguesa la noche anterior. Los vecinos lamentan que el individuo llegará a cometer tal agresión, pues aseguran que habían alertado de su comportamiento a las autoridades.
Los vecinos piden más soluciones para este barrio de Barcelona, “para garantizar la buena convivencia y la seguridad de los vecinos, ciudadanos y visitantes de Barcelona”.