A medida que avanzan las horas se van conociendo nuevos detalles acerca de los tres detenidos este fin de semana en el popular barrio de la Barceloneta, ubicado en la Ciudad Condal, por su presunta vinculación con el grupo terrorista Estado Islámico.
Ha sido el magistrado de la Audiencia Nacional, Alejandro Abascal, que ya ha instruido anteriormente otros operativos antiterroristas como la operación Alejandría (que tuvo como epicentro el mismo barrio de la Barceloneta), quien ha decretado para todos ellos prisión provisional.
Según el diario La Vanguardia, el excombatiente detenido, junto a su acólito y otro compatriota, es un joven argelino de 28 años que habría luchado en las filas del Estado Islámico, en primera línea de combate, en la zona de conflicto sirio-iraquí de 2016 a 2018. El hecho de haber participado en un conflicto bélico le ha proporcionado amplios conocimientos sobre el uso de rifles y explosivos.
Tras dos años en el autoproclamado Califato habría intentado abandonar la zona a través de Turquía pero, tras ser detectado, fue expulsado a Senegal. Los investigadores tienen constancia de que allí continuó desarrollando actividades terroristas junto a una franquicia de Al-Qaeda, Jund al-Khilafah, a la que parece más vinculado en la actualidad que al propio Estado Islámico. Desde Senegal, aunque pasando por Mauritania (sin que se conozcan los motivos), regresó a su país de nacimiento, Argelia, donde captó a un discípulo de 22 años, detenido en la operación, con el que emprendió el viaje a Europa con la intención de perpetrar un atentado terrorista.
Al no tener pasaporte europeo habrían optado por realizar el viaje hacia Europa a través de una ruta ilegal de migración marítima. Según El Mundo, los dos yihadistas llegaron a España en patera vía Almería. Se mimetizaron con cientos de personas indocumentadas que intentan alcanzar las costas europeas cada año para labrarse un futuro mejor. Muchos, de hecho, huyen precisamente del horror que ha sembrado en sus países el yihadismo. Cabe destacar que entre el 82% y el 97% de las víctimas de terrorismo, a nivel mundial, son musulmanes que se encuentran ideológicamente en las antípodas de la interpretación radical que hace, de esta religión pacífica, el salafismo yihadista.
Desde Almería habrían conseguido trasladarse hasta Barcelona con la ayuda de un compatriota, un delincuente común de la Ciudad Condal fichado por robos, hurtos y tráfico de droga, que les proporcionaba apoyo logístico y vivienda y que también ha sido detenido. Los tres arrestados convivían en el domicilio de la Barceloneta con otro inmigrante libio que no tiene ningún tipo de vinculación con el terrorismo yihadista.
Según informa ABC, los investigadores creen que España no era el objetivo del ataque que estarían planeando si no que Cataluña era solo un lugar de paso. La hipótesis que se maneja es, según ha adelantado La Vanguardia, que el excombatiente pretendía emular un atentado similar al de Viena de noviembre de 2020, pero en Francia. Según este mismo diario, en el registro no se encontraron armas, solo se incautaron dispositivos electrónicos, porque la precipitada detención de los sujetos se habría producido antes de que pudiesen obtenerlas.