En piel de policía: “no todo son multas e infracciones, la policía también salva vidas”

Los dos agentes del Área Regional de Tráfico de la Región Policial Metropolitana Sur enfrente de la comisaria de Sant Feliu de Llobregat   /   eltaquigrafo.com
photo_camera Los dos agentes del Área Regional de Tráfico de la Región Policial Metropolitana Sur enfrente de la comisaria de Sant Feliu de Llobregat / eltaquigrafo.com
Dos agentes de Tráfico de la Región Policial Metropolitana Sur de los Mossos d’Esquadra salvaron la vida de una mujer que se tumbó en las vías del tren en Sant Boi, dispuesta a suicidarse. “Debíamos evitar que eso sucediera, todos merecemos nuevas oportunidades”.

Dos agentes del Área Regional de Tráfico de la Región Policial Metropolitana Sur de los Mossos d’Esquadra, ambos Iván, se subieron a su vehículo la tarde del 24 de noviembre sin saber que ese día les cambiaría la vida, a ellos y a la mujer que salvaron. Esa tarde, en plena bajada extrema de las temperaturas, los agentes se encontraban realizando, como lo hacían habitualmente, labores de vigilancia y control de tráfico. Ese miércoles, concretamente, en la zona de Sant Boi de Llobregat (Barcelona).

Parecía una jornada cualquiera…

Su superior les había ordenado que fuesen a un punto muy concreto de la ruta sur de la Autovía A2 a su paso por Sant Boi. Dos accidentes a primera hora de la tarde habían entorpecido el tráfico y se requirió de su presencia pasa asistir a los accidentados y reordenar la circulación.

Una vez se normalizó la situación, se dispusieron a regresar a la ruta norte. Lo hicieron por un camino paralelo a las vías rápidas, el BV-2002, una vía agraria destinada a cubrir servicios y que viaja al lado de las vías del tren. “Es una vía cubierta por mucha vegetación. No la solemos coger de forma habitual para hacer labores de tráfico, pero como en este caso nos requerían de nuevo en nuestro punto de partida, decidimos ir por ahí, porque el resto estaba muy colapsado”, explican ambos agentes a eltaquigrafo.com.

… pero algo extraño sucedió regresando a la ruta norte

Fue, precisamente, cuando circulaban por esta vía agraria que uno de los dos Iván vio a una mujer colándose entre la vegetación y cogiendo algo del suelo. Seguidamente dejó de verla. Pararon en seco. ¿Qué estaba pasando? Tras las plantas que ocultaban la figura de la mujer ya se encontraban las vías del tren, en una zona altamente transitada por ferrocarriles de todo tipo.

Se bajaron del coche y la vieron tendida en las vías dirección Barcelona. Y lo que viene a continuación, relatan visiblemente emocionados, no duró más de 20 segundos porque sabían que la vida de la mujer dependía de su inmediata reacción: al ver la terrible escena, empezaron a llamarla. Sus gritos ahogados parecían no llegar a los tímpanos de la señora que seguía inerte, tumbada en el suelo. ¿Estaría herida? “Señora, señora, levántese de ahí que pasará un tren”. Nada. Ni un pestañeo. Era como si sus voces no lograran acceder a su interior.

Seguidamente, dispuestos a saltar la valla, de aproximadamente dos metros, que les separaba de la mujer, los agentes hallaron un hueco por donde colarse. Rápidamente llegaron a la mujer, mientras otros trenes circulaban a escasos centímetros en dirección contraria. Sabían que o la sacaban ya o no habría otra oportunidad.

“Gracias, me habéis salvado la vida”

Entre los dos la cogiendo en volandas, pues la señora seguía en estado de shock, sin responder a ningún estímulo, y la apartaron de las vías. Acto seguido, pasó un tren. Saltaron la valla del lado opuesto donde habían dejado el coche y pidieron refuerzos. La mujer seguía paralizada. Los agentes la taparon con una manta y esperaron a que también llegara el Servicio de Emergencias Médicas (SEM).

No tenía heridas visible. No llevaba su documentación encima. Trataron de calmarla, de hacer que volviese en sí y un poco más compuesta verbalizó: “Me llamo Isabel y soy de l’Hospitalet de Llobregat”. Con estos pocos datos pudieron llegar a identificarla. Isabel, de unos 60 años y de complexión pequeña, estaba a salvo. Los agentes frustraron su intento de suicidio y cuando recuperó algo más el aliento, antes de subirse a la ambulancia, miró a los agentes y les dijo entre lágrimas: “gracias, me habéis salvado la vida”. Al recordar estas palabras a los agentes se les hace un nudo en la garganta. “Da mucha pena ver ante ti que una persona está dispuesta a quitarse la vida. Debíamos evitar que eso sucediera, todos merecemos nuevas oportunidades”.

“No todo son multas e infracciones”

Ese día ambos Iván’s recibieron felicitaciones de todos sus superiores. Ellos agradecidos las aceptaron, pero lo que realmente les llenó fueron las palabras de la mujer, el hecho de haber actuado a tiempo y haber salvado su vida. “No todo son multas e infracciones, la policía también es esto” manifiestan.  

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