El miembro de un clan gitano y autor del tiroteo registrado en el Turó de la Peira (Barcelona), el pasado, 3 de diciembre de 2018, se entregó ayer, después de unas intensas negociaciones entre un prestigioso despacho jurídico —con quien contactó la familia del fugado— y las autoridades policiales y de la Fiscalía.
En el marco de dichas negociaciones, se acordó la entrega del prófugo, quien despareció tras disparar a plena luz del día contra dos hombres. Como muestran las imágenes, David Borja, el pistolero, dejó a 4 personas gravemente heridas, tras lo que se trataría de un posible ajuste de cuentas entre clanes familiares por el tráfico de marihuana. Uno de los heridos fue una niña que recibió el impacto de una bala rebotada.
Huido hasta el día de hoy
Tras disparar a sus objetivos, David Borja huyó en un vehículo de color rojo que, minutos después, fue interceptado por la policía catalana en las inmediaciones del barrio de La Mina (Sant Adrià de Besòs, Barcelona), donde residían el agresor y su familia. Cuando el vehículo recibió el alto policial, Borja ya no estaba en el interior; sí lo estaban, en su lugar, tres mujeres de su familia que no supieron dar ninguna explicación lógica sobre lo sucedido.
Según ha podido saber eltaquígrafo.com, Borja ha mostrado su total arrepentimiento y ha reconocido los hechos. El prófugo no se ha entregado hasta que no se ha consumado el destierro de su familia del barrio de Sant Adrià de Besòs, como él mismo ha afirmado. Los ajustes de cuentas entre clanes gitanos acostumbran a finalizar con el éxodo de las familias responsables del contencioso.
Pacto de no agresión
Borja acompañó su entrega con unos documentos de la Asociación Gitana de Catalunya donde se ponía en conocimiento de la Policía y de la Fiscalía las garantías de un pacto de no agresión entre las personas y partes implicadas. Los Mossos dan carpetazo, pues, a esta investigación y David Borja se ha puesto a disposición del juzgado, que en breve cerrará la causa y llevará el sumario a juicio.
