Se trata de uno de los mafiosos italianos más buscados del mundo. Llevaba 20 años huido de la justicia y vivía sin levantar ningún tipo de sospecha en Galapagar, Madrid, donde trabajaba como comerciante y cocinero. Él es Gioacchino Gammino, de 61 años, y ha sido detenido gracias a una imagen de Google Maps.
Muy vinculado con nuestro país, este fugitivo, ligado con la mafia italiana, era conocido como “el español”, pues su primera detención también se produjo en España. Concretamente, en Barcelona a finales de los 90. Ingresó en una prisión romana, pero pocos años después, en 2002, logró huir durante el rodaje de un film. Tras romper lazos con su pasado, decidió aterrizar en esta localidad de la Comunidad de Madrid, creyendo que sería su refugio de por vida. De hecho, fue tal su sorpresa cuando fue descubierto que, sin reparos, se dirigió a los agentes italianos de la DIA (Dirección Investigación Antimafia) que lo acababan de arrestar, en colaboración con la policía española, y les preguntó: «¿Cómo habéis hecho para encontrarme? ¡Ni siquiera he llamado a mi familia durante diez años!».
Un chef conocido por sus especialidades sicilianas
Poco se imaginaba que una imagen satélite en Google Maps había hecho saltar todas las alarmas. Fue el extremo del ovillo por el que los investigadores italianos y los fiscales de Palermo (Sicilia) empezaron a tirar: en Galapagar lo conocían como “Manu” y pronto descubrieron que muchos hablaban sobre sus exquisiteces sicilianas. No había duda, Manu era Gioacchino. En Facebook los agentes encontraron una foto del chef, una cicatriz en el lado izquierdo de la barbilla fue el último indicador. Lo habían encontrado.
En el dispositivo, además de las autoridades italianas, también participaron agentes de la Brigada Central de Estupefacientes de la UDYCO de la Policía Nacional, pues, además de un antiguo restaurante y una tienda de verduras y hortalizas, los investigadores tienen la elevada sospecha de que el mafioso seguía dedicándose al tráfico de estupefacientes. Ahora el capo mafioso habrá de cumplir la pena de cadena perpetua en una cárcel italiana.
Una huida de película
El juez italiano antimafia, Giovani Falcone, consideraba a Gioacchino Gammino uno de los hombres de enlace con las células instaladas en Lombardía. En 1998 aterrizó en España huyendo de una primera orden de detención por un asesinato cometido en 1989. En marzo de ese año de finales de los 90 fue detenido en la capital catalana y extraditado a Italia, donde ingresó en la prisión de Rebibia. El 26 de junio de 2002, tras cuatro años entre rejas, consiguió escapar de dicho centro penitenciario mientras se robada una película en su interior. Fue confundido con un familiar que venía de visita.