Grave agresión a un funcionario en Quatre Camins: varios internos tuvieron que separar al agresor

Centro Penitenciario de Quatre Camins en la Roca del Vallès (Barcelona)
photo_camera Centro Penitenciario de Quatre Camins en la Roca del Vallès (Barcelona)
CSIF denuncia que “es triste” que se requiera de la ayuda de los propios internos para defenderse de las agresiones que sufre el colectivo de los funcionarios. “Somos un colectivo expuesto, vulnerable e indefenso, sin formación alguna en defensa personal”

Nueva agresión en el módulo 2 de la prisión de Quatre Camins, en la Roca del Vallès (Barcelona). Este jueves, un interno mexicano de 27 años, condenado a una pena de siete años de prisión por delitos de tráfico de drogas, se molestó porque no le pareció bien que los funcionarios le hiciesen un cacheo. La discusión subió de temperatura y le lanzó un vaso de agua a una de las funcionarias del módulo, y tiró violentamente al suelo a otro funcionario, hiriéndole gravemente en la cabeza.

Pero la agresión no terminó aquí. Según denuncia el sindicato CSIF, como consecuencia del estado de conmoción en el que quedó el funcionario, este interno – con disciplina militar y otros partes previos por desobediencia según ha podido ampliar eltaquigrafo.com --- aprovechó el momento para realizarle una llave de jiujitsu que consiste en estrangular al oponente. Fue necesaria la intervención de otra funcionaria y de varios internos para separar al agresor y “evitar un mal mayor e irreparable”.

Además, según han explicado fuentes conocedoras del caso y de este reo en particular, al parecer ya se le interceptó en un cacheo anterior un pincho que llevaba escondido en los calzoncillo.

Una situación difícil de reconvertir con las herramientas actuales

Desde CSIF denuncian que “es triste” que se requiera de la ayuda de los propios internos para defenderse de las agresiones que sufre el colectivo de los funcionarios. “Somos un colectivo expuesto, vulnerable e indefenso, sin formación alguna en defensa personal”, lamenta el sindicato en un comunicado público.

En este sentido, exigen formación en defensa personal, especialmente para asistir módulos como el 2 de Quatre Camins, donde se han producido estos hechos, y donde consideran que los internos llevan años “campando a sus anchas, trapicheando y faltando el respeto a los funcionarios”. Reconducir esta situación, la que consideran que ha sido permitida por las Administraciones públicas, no es tarea fácil lamentan. Matizando que el colectivo de funcionarios de prisiones es “una plantilla mermada física y psicológicamente, con el temor continuo a un expediente disciplinario y con un déficit de personal alarmante”, conviviendo con “una población reclusa inadaptada, sin respeto a las normas de convivencia” y bajo las órdenes de “unos mandos directivos que son incapaces de asumir sus errores”.

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