En Écija (Sevilla), a pocos kilómetros de donde había pasado su infancia, habían enterrado a Adriano -o mejor dicho, su busto-, para venderlo por medio millón de euros. Pero no han tenido tiempo. La Guardia Civil lo ha recuperado y ya se encuentra depositado en el Museo Arqueológico de Sevilla.
Casualidades de la vida, Adriano -su busto- ha sido recuperado unos días antes del 1.881 aniversario de su muerte. Lo habían escondido tres integrantes de una familia, ahora detenidos junto a una cuarta persona que hacía las veces de intermediario, que se dedicaban al expolio arqueológico en la provincia de Sevilla.
Varios meses de investigación
La Guardia Civil inició la investigación a principios de año. El primer paso fue dar con la identidad del intermediario que ofrecía la pieza a clientes interesados. En sus reuniones con los posibles compradores, siempre le acompañaban tres personas de una misma familia.
Finalmente, se averiguó la posible ubicación de la pieza en una finca privada en Écija, propiedad de los padres de los investigados donde, tras un registro, se encontró a Adriano -su busto- totalmente enterrado.
Ya en manos de la Junta de Andalucía, su consejera de Cultura, Patricia del Pozo, ha destacado "la excepcionalidad y la calidad" de busto, que una vez consolidada y restaurada completamente, se expondrá en el Museo Arqueológico de Sevilla.