El ayuntamiento de Badalona decretará tres días de luto oficial por las víctimas mortales del incendio de la nave industrial ocupada que se ha cobrado la vida de tres personas y ha dejado veintitrés heridos, algunos de ellos de extrema gravedad. Así lo ha comunicado el alcalde de la localidad, el popular Xavier García Albiol, que ha afirmado que se aplazarán también todas las actividades que estaban programadas hasta la próxima semana. El alcalde ha querido agradecer el esfuerzo y la dedicación de los equipos de emergencia que, pese a la peligrosidad que entrañan las labores de rescate, han logrado recuperar los cuerpos de las tres personas fallecidas. Albiol ha garantizado que desde los servicios sociales de la Generalitat y el Ayuntamiento de Badalona se está trabajando conjuntamente para ofrecer a los afectados un alojamiento lo antes posible.
Las víctimas se manifiestan
Unas cincuenta personas se han manifestado esta tarde ante el consistorio para denunciar la situación de precariedad y pobreza en la que subsistían los inmigrantes que ocupaban la nave en condiciones insalubres. La marcha, encabezada por un grupo de supervivientes del incendio, se ha dirigido hasta la Plaça de la Vila, en la que se encuentra el Ayuntamiento de Badalona. A las víctimas se han unido varios vecinos que han querido trasladarles su apoyo después de la terrible tragedia y juntos han mostrado su indignación al grito de “Inmigración no es delito”, “Albiol racista” y “Justicia y dignidad” por la fatalidad sucedida en la nave de Gorg.
El propietario no denunció
La nave, habitada por más de un centenar de personas de origen inmigrante durante más de una década, fue abandonada por su propietario hace quince años. Poco después de su cierre, esta antigua fábrica se convirtió en el refugio de personas sin recursos, en su mayoría de origen inmigrante, que la transformaron en su hogar. Debido a la situación de insalubridad y a los problemas de convivencia asociados a esta ocupación, el Ayuntamiento abrió un proceso administrativo para sancionar al dueño por incumplir las ordenanzas municipales, ya que la nave prevista para actividades industriales se había convertido en una infravivienda. Sin embargo, se desconoce por qué motivo el propietario nunca denunció la ocupación.
Ahora, los técnicos estudian el derribo de la edificación cuya estructura ha resultado gravemente dañada. El riesgo inminente de colapso ha impedido a los servicios de emergencia su acceso al interior y ha obstaculizado las labores de inspección. Ante el riesgo de un posible hundimiento de la nave, las primeras observaciones se han realizado con la ayuda de drones y perros de la Unidad Canina de los Mossos d’Esquadra adiestrados para la búsqueda de personas.
Un rescate agónico
El incendio, que podría haberse originado por una vela, se declaró anoche en la primera planta del edificio con salida a la calle Guifré. Las llamas se propagaron con rapidez a la segunda planta debido probablemente a la gran cantidad de colchones, telas y maderas que los ocupantes habían almacenado en el interior. Este hecho, además de la carencia de agua corriente con la que sofocar el fuego, impidió que las personas situadas en los pisos superiores pudieran salir a esta calle, de forma que solo les quedó la opción de huir hacia arriba. En apenas unos minutos, el fuego devoraba los dos pabellones que componen la nave. Los vecinos de edificios cercanos grabaron cómo varias personas, agolpadas en el tejado, se arrojaron desesperadas al vacío para escapar del fuego. De hecho, los tres heridos críticos son personas que se habrían precipitado desde la azotea.
Por el momento los servicios de emergencia no descartan que en las zonas colapsadas pueda haber más víctimas mortales.