Intentan robar en un caserío, el dueño les dispara y piden auxilio a la Ertzaintza

Imagen de un caserío vasco | turismovasco.com
photo_camera Imagen de un caserío vasco | turismovasco.com
Los dos supuestos ladrones fueron sorprendidos por el dueño del caserío al que pretendían robar, que les disparó con una escopeta de perdigones. Tras huir, pidieron auxilio a la Ertzaintza.

Dos individuos fueron sorprendidos el pasado mes de septiembre por el dueño de un caserío, en el que supuestamente intentaban robar, en Bizkaia. El asalto les salió mal y acabaron pidiendo una ambulancia y auxilio a la Ertzaintza. Lo hicieron después de conseguir escapar del ‹baserritarra›, que les había alcanzado con una escopeta de perdigones en la cabeza y les tuvo arrodillados durante cierto tiempo.

Según El Correo, los individuos llegaron a un caserío supuestamente elegido al azar «cerca de la muga con Gipuzkoa». Al parecer, los dos son de una provincia del sur de España y «no estaban muy bien orientados». Circulaban en un coche antiguo y no se descarta que lo hiciesen ayudados de una matrícula falsa.

El dueño del caserío les sorprendió poco después de que se bajasen del vehículo. Y según relataron después, el hombre comenzó a dispararles con la escopeta de perdigones y consiguió impactarles en la cabeza. Después, les obligó a arrodillarse mientras seguía apuntándoles con el arma. Ellos le suplicaban que, por favor, les dejase marchar, que no habían hecho nada y que, además, uno de ellos se encontraba muy mal como consecuencia de los perdigonazos. Les tuvo en esa posición durante un tiempo, antes de que consiguiesen escapar.

La huida

Subieron al coche y emprendieron la huida a toda velocidad. Llamaron a la Ertzaintza desde un teléfono móvil. Estaban muy agitados. No confesaron que habían ido al caserío a robar, pero es la principal hipótesis que se maneja. Sólo dijeron que un «loco» los había disparado a la cabeza con una escopeta, que estaban muy asustados y que necesitaban una ambulancia porque uno de ellos estaba «muy mareado» como consecuencia de los disparos. 

Lo que no supieron era precisar dónde se encontraban, ya que dijeron que estaban «cerca de Bilbao», pero luego dieron ubicaciones contradictorias. Antes de colgar también confesaron que el hombre que iba al volante no tenía carné de conducir, pero que se había visto obligado a ello porque su compañero no estaba en condiciones.

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