Noelia de Mingo, la doctora que en 2003 acabó con la vida de tres personas en la clínica de la Concepción, propiedad de la Fundación Jiménez Díaz, ha vuelto a la carga. Este lunes, la médica ha apuñalado a la cajera y a la propietaria de un supermercado de Madrid.
Los hechos han tenido lugar poco después de las 12:00 en un establecimiento comercial de la Avenida de España, en la localidad madrileña de El Molar. De Mingo ha accedido al interior del supermercado Maxcoop armada con un cuchillo de grandes dimensiones y ha apuñalado en el pecho a la cajera. Al escuchar los gritos desesperados de la víctima, la propietaria ha intentado auxiliarla y también ha resultado herida, aunque de menor gravedad, y ha podido huir y resguardarse en una farmacia cercana hasta la llegada de la policía. Finalmente, una pareja de agentes de la Policía Local de El Molar ha logrado detenerla.
La cajera, de 46 años, ha sufrido un hemitórax izquierdo y ha tenido que ser evacuada, en estado muy grave, en un helicóptero medicalizado hasta el Hospital 12 de Octubre, donde permanece ingresada. La propietaria, que ha corrido mejor suerte, ha sido trasladada al Hospital de La Paz, donde está siendo tratada de las heridas.
Asesinó a 3 personas en 2003
Esta no es la primera vez que Noelia de Mingo apuñala indiscriminadamente a varias personas. En 2003, mientras trabajaba como residente de Reumatología en la clínica de la Concepción, propiedad de la Fundación Jiménez Díaz, atacó con un cuchillo de 15 cm de hoja a compañeros, enfermeros e, incluso, a varios pacientes y sus familiares. Como resultado, ese día murieron tres personas y otras siete resultaron heridas.
Durante el juicio, celebrado tres años después, ella se justificó alegando que “se sentía espiada”. Por eso, ideó una venganza durante varios meses. Unos días antes, explicó, compró el arma del crimen en una tienda cercana a Plaza de Castilla y se paseó con ella escondida en el bolsillo de la bata, esperando el momento idóneo. La Dra. de Mingo fue condenada por la Audiencia Provincial de Madrid en 2006 a 25 años de internamiento en un centro psiquiátrico dado que, por “enajenación mental”, el tribunal consideró que debía ser absuelta penalmente.
Sufre esquizofrenia paranoide
Desde entonces y hasta 2017, Noelia de Mingo, que sufre esquizofrenia paranoide crónica, estuvo recibiendo tratamiento para su enfermedad, sin que se registraran más brotes. Sin embargo, ese año quedó en libertad en contra de la voluntad de sus víctimas, que alegaron que en ningún momento había mostrado ni un ápice de arrepentimiento y que, tarde o temprano, volvería a matar.
La condición para continuar en libertad era que de Mingo siguiera con el tratamiento ambulatorio y bajo custodia familiar, de tal forma que quedaba a cargo de su madre, de 79 años, y bajo estricta vigilancia clínica de su psiquiatra de cabecera, encargada de controlar su medicación. Ambas tenían la obligación de comunicar, a la mínima señal, cualquier desequilibrio de la paciente. No obstante, las medidas han sido insuficientes y, 18 años después, Noelia de Mingo ha vuelto a sembrar el terror.