Los familiares del menor presuntamente asesinado por su madre en El Ejido (Almería) llevaban tiempo intentando que el padre del niño se hiciese con la custodia. La familia alegaba que la madre no estaba preparada para asumir tal responsabilidad, en tanto que tenía problemas psicológicos graves y este verano fue paciente de un centro de salud mental. El abuelo del menor, en más de una ocasión, había acudido a la policía local porque temía por la vida de su nieto.
Ana
María, acusada de asesinar a su hijo de siete años, fue
detenida cuando transportaba el cuerpo del menor fallecido en su vehículo. La
mujer llevaba un par de años en una lucha judicial con su exmarido —a
quien había denunciado por malos tratos—, por la custodia del pequeño.
Por su parte, algunas de las amigas de la detenida remarcan la obsesión de Ana
María por el menor, así como sus problemas psicológicos. Repetía, según éstas,
que el niño “era para ella o no era para nadie”.
Fue detenida con el cadáver de su hijo
La
mujer, de 38 años, fue detenida por la Guardia Civil tras recibir éstos una
denuncia de una vecina, según algunos medios, familiar del menor. La mujer vio
a Ana María con el niño en brazos y los labios “amoratados” y se temió lo peor.
Incluso la denunciante le preguntó por el estado del pequeño y por qué no había
ido a la escuela. Al ver que había sido descubierta, Ana María intentó escapar,
pero le fue imposible.
Cuando
fue interceptada por la Guardia Civil, se negó a abrir las ventanillas del
coche y entregarse a las fuerzas de seguridad, pues dentro del vehículo estaba
el cuerpo del menor ya sin vida. Por el momento, los informes apuntan a que fue
estrangulado.
Problemas con el divorcio
Hace
dos años que Ana María Baños Lozano decidió separarse de su marido e iniciar
así una lucha incansable por la custodia de su hijo. La mujer había denunciado
en varias ocasiones a su expareja por supuestos malos tratos y esto acabó
provocando que fuese ella quien se quedase con la custodia del menor.
De esta
manera, era el padre quien, los jueves por la tarde, se llevaba al menor a su
casa. “Un jueves a la semana mi hermano recogía a Sergio en el colegio, a las
dos de la tarde, y se lo devolvía a su madre, el viernes, a las nueve de la
mañana, y a la semana siguiente, volvía a recogerlo el jueves, a las dos de la
tarde, a la salida del colegio, y se lo quedaba hasta el lunes siguiente, a las
nueve de la mañana, y así iba rotando todas las semanas”, ha detallado para El
Español el hermano del padre de la víctima sobre la periodicidad de las
visitas fijadas judicialmente.
Finalmente,
las denuncias por malos tratos fueron archivadas y el padre volvió a
reclamar la custodia del menor. Ana María, sin embargo, no obtuvo ninguna
modificación en el régimen de visitas, de manera que el niño seguía viviendo
con ella.