La pederastia en la Iglesia no da tregua ni en Semana Santa

colegio Sant Ignasi en el barrio de Sarriá en Barcelona
photo_camera colegio Sant Ignasi en el barrio de Sarriá en Barcelona
Mientras que la Generalitat ha decidido reabrir el 'caso Maristas', los jesuitas de Sarrià suman nuevas víctimas a manos del hermano Lluís Tó

La pederastia en la Iglesia no entiende de fechas y, por supuesto, no se ha tomado estos días, tan importantes para la Iglesia, de tregua. La caja de pandora se ha abierto y la Iglesia tendrá que hacer un gran esfuerzo para intentar minimizar los daños.

La Santa Institución ha quedado retratada: Jesuitas, Maristas, Salesianos, Claretianos… congregaciones de todos los colores y de todo el país se han situado en el punto de mira, en el centro de la opinión pública, tras protagonizar múltiples casos de pedofilia.

Nuevas víctimas en los Jesuitas de Sarrià

Después de que Jordi y Oriol de la Mata denunciaran su caso ante los Mossos d’Esquadra y relataran su historia ante los medios de comunicación, otras víctimas, como ha ido publicando este medio, han denunciado ante las autoridades correspondientes al colegio de Sarrià.

En esta última ocasión, como ha adelantado El Periódico, dos exalumnas han presentado sendas denuncias contra el sacerdote Lluís Tó, profesor del colegio Sant Ignasi de Sarrià (Barcelona), por abusos sexuales cometidos a mediados de la década de los 80.

Son las primeras mujeres que acuden a una comisaría de los Mossos d’Esquadra a relatar lo que sufrieron en este centro religioso, que acumula ya demandas contra cuatro docentes: Lluís Tó (cinco denuncias), Pere Sala (dos denuncias), Antoni Roigé (una denuncia) y Josep Antoni Garí (una denuncia). Hasta la fecha, todas las querellas recogidas por la policía catalana, desde que arrancó el Caso Jesuitas, habían sido interpuestas por exalumnos varones.

Una tercera exalumna, compañera de las dos denunciantes, fue quien animó a las víctimas a poner la denuncia. Ella misma se está planteado denunciar al centro por la actitud que adoptó la escuela, pues a pesar de las primeras denuncias hace años, los Jesuitas de Sarrià se mantuvieron en silencio, amparando así lo que había sucedido y sucedía en su colegio.

“No se trata sólo del daño que causaron los pederastas sino del silencio de toda la escuela. Cuando Tó fue denunciado por abusos sexuales pasaron por las clases para pedir a los alumnos que no explicáramos nada de este tema. Nos hicieron cómplices de su encubrimiento" concluía esta tercera exalumna.

La Generalitat reabre la investigación del ‘caso Maristas’

Por otro lado, la Conselleria d’Educació reabrirá el 'caso Maristas' para revisar el papel de la Fundació Champagnat -dueña de los colegios maristas catalanes- en los abusos sexuales que sufrieron los alumnos escolarizados en centros de la orden religiosa.

Esto significa que el departamento, entre otros indicios, tendrá en cuenta las 47 denuncias policiales que se han presentado en los Mossos d’Esquadra entre febrero del 2016 y la actualidad, contra 17 docentes de los colegios de Sants-Les Corts y la Inmaculada (Barcelona), Champagnat (Badalona) y Valldemia (Mataró) por hechos acaecidos entre 1962 y el 2018.

Como ha expuesto El Periódico, la apertura de este expediente a la orden marista no se producirá antes de la sentencia del tribunal de la Audiencia de Barcelona que ha juzgado al profesor de Sants-Les Corts Joaquim Benítez, el único pederasta que ha tenido que responder ante la justicia, aunque solo por cuatro de las 17 denuncias que pesan contra él.

A partir de dicho juicio, se tuvo constancia de que el colegio era conocedor de los abusos que ejercía Benítez y, sin embargo, no se detuvo. Joaquim Benítez llegó a afirmar que “se sentía amparado por los Maristas”, después de haber abusado de un joven en 1986 y no haber recibido ninguna represalia, aun a sabiendas de la dirección del centro.

"Tenemos que esperar a conocer la sentencia de Benítez para averiguar si dice algo sobre los Maristas o para averiguar si a la 'conselleria' le toca pagar algún tipo de indemnización", razona el conseller Josep Bargalló. El conseller no descarta la suspensión del concierto económico a los Maristas.

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