Agentes de la Policía Nacional han desarticulado un grupo criminal dedicado a la distribución y venta de estupefacientes, que operaba en Barcelona y su Área Metropolitana. De dicha operación, se incautaron más de siete kilos y medio de heroína. Esta actuación evidencia que la venta, el tráfico y el consumo de esta droga no es solo un problema aislado de la Mina, en Sant Adrià de Besòs, donde Mossos d’Esquadra y “conselleria” de Interior han puesto en marcha un plan de choque para frenar el tráfico de heroína en el barrio.
La presente investigación, iniciada el pasado mes de octubre del año 2018, a raíz de la detección de un punto de venta de heroína en Sabadell, ha finalizado a principios del mes de junio de este 2019 con cuatro registros domiciliarios en las localidades de Barcelona, Sabadell, Santa Coloma de Gramenet y Badalona.
Criminales con antecedentes
La operación se saldó con la detención de 14 personas, ocho de las cuales ya han ingresado en prisión. Los arrestados, entre los que se encuentran los principales responsables de la trama, son de varias nacionalidades y cuentan con un amplio historial delictivo.
En los cuatro registros, se pudieron intervenir, además de la droga, 180.140 euros en metálico, sustancias precursoras y útiles para la manipulación y corte de la droga, un revólver del calibre 22, junto con 98 cartuchos de munición, una catana y otras armas blancas, una pistola eléctrica táser, ocho básculas de precisión, un coche y una motocicleta, así como numeroso material informático y de telefonía móvil. Todo un arsenal criminal que deja entrever que no se estaba tratando con aficionados, han asegurado fuentes policiales.
Organizados y coordinados
Las pesquisas se iniciaron a raíz de la detección de un punto de venta de heroína ubicado en la localidad de Sabadell. Fruto de las indagaciones llevadas a cabo por los agentes, se logró identificar a un grupo de personas de varias nacionalidades, relacionadas entre sí y que formaban un entramado delincuencial dedicado al tráfico de diversas sustancias estupefacientes, principalmente heroína.
Finalmente, tras el operativo desarrollado, se pudo determinar que se trataba de un grupo criminal organizado cuyos miembros mantenían una estructura definida de reparto de tareas para llevar a cabo la actividad ilícita.
La ruta del caballo
Según voces vecinales de Sant Roc (Badalona), La Mina (Sant Adrià del Besòs) y El Raval (Barcelona), tres barrios alineados en la costa, a algo menos de diez kilómetros de distancia, se asegura que “vuelve a haber yonquis consumiendo en la calle como hace años que no veíamos”. Por lo que no sólo la Mina ha retrocedido 30 años, sino que otros puntos de histórico conflicto, también.
Tanto en El Raval como en La Mina hay alternativas legales donde colocarse con seguridad. Son las Salas de Disminución de Daños, conocidas como narcosalas. Espacios habilitados por la administración pública en los que los toxicómanos pueden consumir con seguridad e higiene, comer algo y ducharse. Pero estos espacios también tienen limitaciones, porque no están abiertos las 24 horas del día.
Los vecinos lamentan que se han duplicado las visitas a estos espacios y la higiene ha dejado de ser una garantía, sobre todo, alrededor de estas salas, que se llenan de jeringuillas y envoltorios día sí, día también.