Los Mossos d’Esquadra han detenido este fin de semana a dos hombres acusados por distintos casos de violencia sexista. Uno de ellos ha sido un agente de la Policía Nacional, de 38 años, por el asesinato de su pareja en el domicilio de la víctima, situado en la localidad gerundense de Olot.
Fuentes de la investigación han explicado que la hija de la mujer fue quien encontró el cadáver de su madre cuando regresaba a casa de fiesta y fue ella quien dio el aviso, recibido a las 08:20 horas de este sábado.
Diversas dotaciones de la policía catalana se desplazaron al lugar de los hechos, donde localizaron el cuerpo de la víctima, que presentaba signos de violencia, y detuvieron al presunto asesino, que permanecía dentro de la vivienda. Según fuentes vecinales, la mujer llevaba poco tiempo de relación con el policía y tenía dos hijos de un anterior matrimonio.
Tras matar a la mujer, el detenido intentó suicidarse con su arma reglamentaria, por lo que fue trasladado al Hospital de Olot, aunque no se descarta que en breve sea ingresado en otro centro hospitalario.
Los forenses del Instituto de Medicina de Legal de Catalunya, con sede en Girona, practicarán la autopsia a la víctima para determinar las causas exactas de su muerte. Mientras, la División de Investigación Criminal de los Mossos d'Esquadra analiza ahora los detalles del caso.
En lo que va de año y hasta ayer, 16 mujeres habían perdido la vida víctimas de la violencia machista. La anterior fue una mujer sueca, quien murió el 11 de abril a consecuencia de los golpes que le propino presuntamente su marido de la misma nacionalidad en su domicilio de Gran Canaria. En Cataluña, dos mujeres han perdido la vida a manos de sus parejas o exparejas este 2019.
Detenido el agresor de Drassanes
La estrecha colaboración policial entre los Mossos d'Esquadra y la Guardia Urbana ha permitido detener en apenas 24 horas al presunto autor de una brutal violación sufrida por una mujer en la madrugada del Viernes Santo en los jardines colindantes al Museu Marítim de Barcelona, junto a la avenida de Drassanes, en Ciutat Vella.
La víctima sufrió la amputación parcial de una oreja, posiblemente de un mordisco, la rotura de un labio y una fractura en una extremidad, entre otras lesiones, además de la propia violación.
Se trata de un individuo de 32 años, marroquí, sin residencia ni oficio, que apenas llevaba una semana en Barcelona y ya había tenido varios encontronazos con la Guardia Urbana y los Mossos d’Esquadra del distrito.
Como ha adelantado La Vanguadia, en solo siete días, el individuo tenía antecedentes por atentado a la autoridad, daños y lesiones. Los investigadores están convencidos de que, si no se hubiera producido la detención, el hombre habría vuelto a actuar con la misma violencia.
Sobre las diez de la mañana, una pareja de la Guardia Urbana se fijó en lo que parecía un vagabundo con el pantalón manchado de sangre. Le identificaron y lo trasladaron al Àrea Central de Detinguts de los Mossos, para su identificación.
Allí mismo, los investigadores del caso vieron que el hombre tenía unas piezas de ropa que coincidían con otras que habían sido localizadas en el lugar de la violación. Realizaron entonces unas fotografías al hombre, y las imágenes se trasladaron al hospital Clínic de Barcelona, donde se encuentra ingresada la víctima, quien lo reconoció sin ninguna duda. En ese instante, el hombre quedó detenido y acusado de la violación de la mujer.