La quinta noche de protestas desvalija Passeig de Gracia

Uno de los escaparates saqueados durante la quinta noche de disturbios en Barcelona   / El taquígrafo
photo_camera Uno de los escaparates saqueados durante la quinta noche de disturbios en Barcelona / El taquígrafo
El incidente más grave de la noche se ha producido en el Carrer Gran de Gracia donde los Mossos d’Esquadra han acorralado a los manifestantes por ambos lados de la calle y han cargado duramente contra la multitud dejando numerosos heridos

La luz azul de las sirenas ilumina los escaparates rotos. Un mantel de cristales de todas las medidas se esparce por el lujoso Passeig de Gràcia. Una tras otra, prácticamente todas las tiendas de dicho paseo han sido saqueadas. En su interior, no queda nada, solo la imagen desolada de unas luces de neón alumbrando estantes vacíos. En la acera: maniquíes desnudos, víctimas de la agresión y ropa esparcida. De fondo: el ruido desesperado de las alarmas, entremezclado con el de las sirenas. En la vía, ahora cortada, se levantan pequeñas hogueras. Por quinta noche consecutiva el centro de Barcelona se ha convertido en una trinchera. 

Como en las jornadas anteriores, la concentración por la libertad de Pablo Hasél se ha iniciado con tranquilidad. Con más afluencia que en días anteriores, la de este viernes ha sido la manifestación más numerosa de todas. Según los datos ofrecidos por fuentes policiales, la participación ha rondado las 6.000 personas. Los manifestantes se han congregado en Plaça Universitat, blindada por los antidisturbios y agentes de la GUB, para cantar rap y corear juntos consignas por la liberación de Hasél. Posteriormente, han puesto rumbo hacia Plaça Urquinaona donde se han vivido los primeros momentos de tensión. Ha sido precisamente en la bajada desde Urquinaona, el bastión de los antisistema, cuando ha estallado la violencia. 

Un impresionante dispositivo de los Mossos d’Esquadra ha evitado que los manifestantes alcanzaran la Jefatura Superior de Policía de Catalunya y los ha obligado a retroceder por las calles adyacentes. El grueso de la manifestación se ha desplazado entonces a las calles del barrio Gótic, donde los manifestantes han atacado el Palau de la Música a pedradas, rompiendo varias de las vidrieras del emblemático edificio, declarado patrimonio Mundial. La masa enardecida se ha dispersado y se ha repartido entre Plaça Universitat, el punto de partida de la marcha, y la parte baja de Passeig de Gracia. Un enorme cordón policial impedía a los manifestantes regresar a la Plaza Urquinaona. 

Anticapitalistas que anhelan ropa de lujo

De repente los agentes antidisturbios que custodiaban la Ronda Sant Pere se han subido a los furgones y han iniciado la marcha, casi como una estampida, hacia Passeig de Gracia. El lujoso paseo había sido arrasado. Grupos de jóvenes muy violentos, camuflados entre los manifestantes y defensores de la causa, han aprovechado el enfrentamiento para actuar de forma vandálica, saqueando una por una las tiendas más prestigiosas de la calle. Tommy Hilfiger, Nike, Diesel o Mango han sido algunas de las muchas víctimas de la quinta noche de disturbios en la Ciudad Condal. Pero los comercios no son los únicos que han sufrido los daños de los delincuentes. La Bolsa de Barcelona ha estado a punto de ser asaltada por los más violentos. De hecho, los asaltantes han levantado una pequeña hoguera a la entrada del edificio, mientras trataban de romper la puerta con todo tipo de objetos contundentes. 

Cristales esparcidos por el suelo, jóvenes saliendo con las manos llenas de artículos de los comercios asaltados y otros transeúntes aprovechando la ocasión para coger, como quien no quiere la cosa, lo que los vándalos habían perdido por el camino componían una escena entre cómica y dantesca. Los manifestantes antisistema que quedaban por la zona, de un perfil mucho más adulto que el de los días anteriores, se han ofrecido a custodiar los establecimientos saqueados y han atribuido estos hechos, a la vez que increpaban a los medios ahí presentes, a grupos de jóvenes, algunos menores, extremadamente violentos. De hecho, 15 personas han resultado detenidas según el balance provisional de los Mossos d’Esquadra, la mayoría de ellas por saquear de forma violenta los establecimientos del lujoso paseo. Además, los Mossos han identificado y denunciado a otro joven por deslumbrar con un puntero láser a los pilotos del helicóptero que sobrevolaba la ciudad durante más de dos horas.

Fuertes cargas en una ratonera

Mientras unos saqueaban los comercios del Paseo de Gracia, una buena parte de los manifestantes se habían desplazado hasta el barrio de Gracia donde han proseguido con la protesta. El grupo de manifestantes, descolgado de los disturbios del centro, ha sido perseguido por los Mossos d’Esquadra hasta el Carrer Gran de Gracia, entre Fontana y la Plaça de Lesseps. Los agentes han acorralado por ambos lados de la calle al grupo de jóvenes y han comenzado a cargar contra ellos. Entre los dos cordones policiales se ha producido una aglomeración de manifestantes que trataban de esquivar los golpes que recibían desde las dos direcciones. La maniobra de los Mossos ha generado momentos de pánico y estampidas hacia las calles aledañas. Según una información adelantada por el fotoperiodista Jordi Borràs, presente en el momento de los hechos, la durísima carga ha dejado decenas de heridos por las porras de la policía y varias personas desmayadas en la calle. 

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