Las imágenes que siguen llegando desde la nave abandonada en la que, desde el jueves a las 21:00, se celebra una macrofiesta ilegal no dejan lugar a dudas. A estas horas, decenas de personas continúan bailando a ritmo de techno en un recinto industrial ubicado en la localidad de Llinars del Vallès (Barcelona). Por supuesto, en esta celebración multitudinaria no hay mascarillas, ni distancia social y los asistentes se muestran ajenos a cualquier tipo de restricción impuesta desde el Govern para paliar la situación de crisis sanitaria que golpea con dureza a Catalunya de nuevo estos días.
Hasta 1.000 asistentes
Aunque con menos participantes que durante la noche de fin de año, algunos de los vecinos de la zona y de los asistentes que empiezan a abandonar la rave aseguran que se habrían llegado a congregar en esta sala de fiestas improvisada hasta un millar de personas. Entre los participantes hay individuos de varias nacionalidades y menores de edad.
Los Mossos no desalojan
Por el momento, tanto la policía local de Llinars como los Mossos d’Esquadra, de las unidades de seguridad ciudadana, antidisturbios ARRO y tráfico, se han desplazado hasta las inmediaciones de la nave donde han establecido un perímetro de seguridad para evitar que sigan llegando asistentes a la fiesta y para identificar a los irresponsables que empiezan a abandonar el recinto. Sin embargo, algunos testigos dicen que debido a la ubicación de la nave algunos chicos han conseguido escapar, sin ser identificados por los agentes, por pistas forestales o campo a través. Además, durante una entrevista en Catalunya Radio el comisario de los Mossos, David Boneta, ha confirmado que se descarta la realización de pruebas PCR a los asistentes porque, tras haberlo consultado con el Departamento de Salut, “no se tiene constancia de que dentro haya personas que tengan el virus”.
Indignación social
El hecho de que esta fiesta ilegal, cuyos organizadores se desconocen, continúe activa un día y medio después de su inicio ha causado indignación y rechazo entre la ciudadanía que estas navidades se ha visto obligada a renunciar a los encuentros sociales y a las celebraciones, siguiendo las recomendaciones para hacer frente a la pandemia. Las críticas más duras proceden del sector de la restauración y del ocio nocturno que han tenido que ajustarse a las restricciones y que no entienden la permisividad de los Mossos con esta fiesta en un año en el que la hostelería se enfrenta a pérdidas millonarias.
Final de fiesta previsto: el lunes
Por el momento, decenas de coches, autocaravanas y camiones aparcados a las puertas de la nave indican que esta rave, que está prevista que dure hasta el lunes, por el momento parece no tener fin. Se espera que, ante la creciente presión social, en las próximas horas los Mossos anuncien si finalmente desalojan el local y ponen fin a este despliegue de irresponsabilidad o si por el contrario permiten que los jóvenes terminen la celebración como si la pandemia no fuese con ellos.