Se trata de tres hombres, de nacionalidad croata, con antecedentes en media Europa por delitos similares. Eran nómadas, no permanecían mucho tiempo en un mismo lugar, pero su objetivo siempre era el mismo: robar domicilios regentados por ciudadanos chinos, cuyos negocios tenían un alto rendimiento. Estudiaban a sus víctimas y a su entorno para, después, asaltar sus inmuebles. Agentes de la Unidad Central de Robos con fuerza de los Mossos d’Esquadra les atribuye, al menos, ocho robos con fuerza y uno con fuerza.
Quedaron detenidos el pasado 23 de abril, en el marco de un dispositivo conjunto con la Guardia Urbana de Tarragona. Se les acusa, también, de pertenecer a una organización criminal.
Incrementaron las denuncias bajo los mismos patrones
La investigación se inició a principio de marzo, después de que los agentes de la policía catalana detectaran un incremento de denuncias relacionadas con robos a domicilios. Coincidía, además, que todos estos robos tenían como común denominador que las víctimas siempre eran de origen chino, con negocios que generaban ingresos muy elevados.
Pronto los agentes ataron cabos y empezaron a investigar quién se escondía tras dichos asaltos. Así fue como a mediados de abril, los investigadores pudieron establecer el modus operandi de esta batería de ladrones y concretar su abasto territorial. Constataron que, primero, seleccionaban a las víctimas. Siempre bajo el mismo patrón: nacionalidad china y con unos ingresos elevados. Una vez seleccionados, hacían vigilancias discretas fuera de los comercios, hasta que cerraban y los perseguían hasta casa. Cuando ya sabían dónde vivían sus futuras víctimas, empezaban las vigilancias delante del inmueble hasta que se aseguraban de que no había nadie en casa para asaltarla con el fin de sustraer objetos de valor, con buena salida en el mercado negro. Entre ellos: dispositivos electrónicos, joyas o dinero en efectivo. En total, de los últimos robos cometidos en Catalunya habían sustraído 53.000 euros en metálico.
La detención se precipitó en Tarragona
El 23 de abril la investigación se precipitó ya que el grupo investigado perpetró un robo en Tarragona y la Guardia Urbana pudo detener a uno de los ladrones. Los otros dos huyeron, pero como consecuencia de este delitos los Mossos pusieron en marcha un dispositivo policial que permitió, pocas horas después, arrestar a los otros dos sospechosos.
Al día siguiente, los agentes de la División de Investigación Criminal realizaron una entrada en el domicilio de los detenidos, ubicado en la localidad de Salou (Tarragona). Ahí pudieron recuperar buena parte del botín que había sido robado en los últimos meses. Lo que pudo relacionarlos con al menos ocho robos con fuerza y otro con violencia.
No obstante, la investigación continúa abierta pues los investigadores trabajan con la hipótesis de que este grupo, ahora desarticulado, en realidad pertenece a una organización mayor dedicada al robo con fuerza en domicilios. Cabe destacar, apuntan los Mossos en un comunicado, que los beneficios que obtenían de dichos robos los enviaban, posteriormente, a sus países de origen.
Con antecedentes en media Europa
Tras su arresto se pudo comprobar como alguno de los detenidos tenía antecedentes similares en Bélgica, Holanda, Francia, Austria, Eslovenia y Portugal. Lo que demostraba el carácter itinerante de los detenidos con antecedentes por este tipo de delincuencia por toda Europa. Los tres detenidos pasaron a disposición judicial el pasado lunes 26 de abril y el juez decretó su ingreso a prisión.
