Las bandas de georgianos atacan de nuevo

El monasterior de Sant Cugat es uno de sus símbolos.
photo_camera El monasterior de Sant Cugat es uno de sus símbolos.
Un grupo de georgianos ha sido detenido como sospechoso de haber cometido seis robos en distintos domicilios de Rubí y Sant Cugat del Vallès (Barcelona).

Los desalojan de Barcelona —hasta dos veces en la conocida ‘Operación Merlí’— y aparecen nuevas bandas en la comarca limítrofe, el Vallès Occidental, concretamente en Rubí y Sant Cugat de Vallès, ésta última, con familias con un alto poder adquisitivo, para seguir haciendo lo que mejor saben hacer: asaltar inmuebles.

En esta ocasión, los Mossos d’Esquadra han detenido a tres criminales georgianos como sospechosos de haber cometido, al menos, seis robos con fuerza en diferentes domicilios de las localidades barceloneses de Rubí y Sant Cugat del Vallès, según informaron fuentes policiales esta semana.

Nueva investigación en marcha

La detención se producía el pasado 16 de julio, aunque no trascendió a los medios hasta ahora. Los agentes de la División de Investigación Criminal del Área Metropolitana Norte iniciaron, desde entonces, una nueva investigación policial contra delincuentes de esta nacionalidad con el objetivo de localizar a otros posibles miembros de la banda.

Las pesquisas comenzaron a raíz de diversos robos cometidos en domicilios del Vallès Occidental entre julio de 2018 y junio de 2019, que seguían un mismo patrón. Fechas que coinciden con el auge de robos por parte de criminales de la misma nacionalidad en Barcelona, en este caso, aposentados en el abandonado colegio Menéndez Pidal de la capital catalana, el que fue plató de la popular serie “Merlí”.

Grupo itinerante

A diferencia de los instalados en el colegio Menéndez Pidal, el cual fue desalojado dos veces bajo el marco de un macro-operativo policial con más de 200 agentes, los detenidos en el Vallès Occidental parece que se alojaban en la zona tan solo los meses de verano.

El objetivo principal de la banda, que aprovechaba el verano para robar, era conseguir dinero en efectivo, joyas y aparatos electrónicos.

Los tres detenidos fueron puestos a disposición judicial, tras lo cual, el juzgado de instrucción número cuatro de Rubí decretó el ingreso en prisión para dos de ellos y libertad para el tercero.

Un año de ocupación y delincuencia

En general, las bandas criminales georgianas utilizan patrones similares, pero la gran mayoría se dedica a lo mismo, a asaltar inmuebles. El grupo que se instaló en Barcelona estaba acusado de protagonizar cerca de un centenar de robos con violencia.

La mafia de georgianos llegó al barrio de Sant Genís dels Agudells, en el distrito de Horta-Guinardó, a mediados de abril de 2018, momento en que el colegio Menéndez Pidal —el que fue el primer colegio concertado de la capital catalana— dejó de acoger a los actores de la popular y exitosa serie de televisión “Merlí”.

A raíz de su llegada, se empezaron a producir robos con violencia en domicilios del barrio, además de otros delitos contra el patrimonio. Los vecinos y comerciantes alertaron entonces a las autoridades de la situación de inseguridad que se había generado en el barrio como consecuencia de la llegada de esta mafia.

Extensa red de criminales

Tras varios seguimientos e identificaciones, la policía catalana estableció una operación conjunta con el Cuerpo Nacional de Policía (CNP) para desalojar del edificio y del barrio a dicha banda de delincuentes.

No fue hasta el pasado 29 de mayo, que la policía catalana, junto con la Policía Nacional y la Guardia Urbana de Barcelona, regresaron al Menéndez Pidal con una orden del juzgado de instrucción número 11 de Barcelona para desalojar el centro, por segunda vez. Esta segunda operación se saldó con 87 detenidos: 26 por cometer delitos contra el patrimonio y 61 por infringir la Ley de Extranjería, aunque entre los dos desalojos, se identificaron a más de un centenar de georgianos, según fuentes policiales.

Hasta el momento, se les imputan más de 70 robos con fuerza en domicilios, principalmente en la zona alta de Barcelona.

Comentarios