Libertad para los detenidos por torturar a un joven discapacitado

Los detenidos, ahora en libertad, le tatuaron dos penes en la cara | ULTIMAHORA
photo_camera Los detenidos, ahora en libertad, le tatuaron dos penes en la cara | ULTIMAHORA
La víctima, que tiene una discapacidad intelectual de un 38%, ha reconocido ante el juez que fue él mismo quien organizó el “reto extremo” en el que estaban contempladas las vejaciones y torturas a las que fue sometido por los siete detenidos.

El juez de Manacor ha dejado en libertad a los siete detenidos por secuestrar y torturar a un joven de 34 años con un 38% de discapacidad intelectual en Mallorca durante un “concurso” que organizó la propia víctima para “cambiar su look”. Sobre los siete detenidos, todos de nacionalidad española y con edades comprendidas entre los 20 y los 30 años, pesan cargos y el juez les ha impuesto una orden de alejamiento que les impide ponerse en contacto con el afectado.

Los detenidos, tres mujeres y cuatro hombres, han declarado el miércoles en el Juzgado de Instrucción número 3 de Manacor en calidad de investigados como presuntos autores de los delitos de detención ilegal, vejaciones y lesiones. Además, ha trascendido la imputación de una octava persona, aunque sin que haya sido detenida, que sería la madre de una de las arrestadas, propietaria del domicilio en el que tuvieron lugar las torturas, y que podría estar al corriente de lo que allí estaba sucediendo. 

Vejaciones y torturas

La víctima de las vejaciones, que ha necesitado asistencia hospitalaria debido a la gravedad de las lesiones, ha reconocido ante el juez que consintió las torturas porque formaban parte del juego, “Cambia mi look o destrózalo”, que él mismo había ideado. El joven ha admitido también que interpuso la denuncia por temor a represalias, ya que no tenía la suma de dinero que les había prometido -entre 500 y 3000 euros a cada uno-  como participantes de esta bizarra experiencia. 

No obstante, la propia víctima ha expresado en sede judicial que no esperaba que las vejaciones llegasen tan lejos. Los participantes le tatuaron un sujetador a tamaño real en el pecho y en la espalda y dos penes en la cara, le depilaron las cejas, le cosieron los dedos de los pies y le pegaron los labios con un potente adhesivo, que le produjo heridas en la boca. Además, le clavaron chinchetas y grapas en distintas partes del cuerpo, lo pasearon amordazado y semidesnudo en el interior de un coche y le obligaron a hacer la compra vestido de mujer en un establecimiento de Manacor, como muestran las imágenes tomadas por los propios detenidos como parte de este incomprensible “reto extremo”.

Un juego macabro ideado por la víctima

En verano de 2020 la víctima comenzó a publicar anuncios en varias webs en las que buscaba participantes para un “reto extremo” que sería emitido a través de su canal de Youtube a cambio de una elevada suma de dinero. “Me metió en un grupo (de Whatsapp) con más gente que iba a participar en este concurso, gente la cual él había contactado por páginas de encontrar empleo, redes sociales e incluso apps de citas”, explica una de las participantes del chat en Twitter, que se echó atrás en el último momento. En las conversaciones, compartidas por la usuaria, se puede ver como, aparentemente, la víctima les solicita a los integrantes del grupo que firmen un contrato para participar en el “juego”. Además, les da indicaciones de las vejaciones y torturas que le deben infligir y de qué herramientas deben utilizar en lo que describe como un secuestro estilo “Hostel” o “Saw”. Aunque el joven reconoce en algunas de estas conversaciones tener una incapacidad intelectual del 38%, los participantes deciden seguir adelante.

Las capturas coinciden con la versión que han ofrecido tanto la víctima como los siete jóvenes ante el juez, pertenecientes a dos grupos de amigos que no se conocían entre sí. Se citaron el pasado viernes en un lugar público donde acordaron trasladarse a un domicilio, propiedad de una de las detenidas, para llevar a cabo el macabro ritual durante más de 48 horas. Fue la propia víctima la que, el domingo por la mañana, sobrepasada por la gravedad de la situación, decidió pedir ayuda a una amiga y fue esta quien alertó a la policía que liberó al hombre y detuvo a los siete implicados. 

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