Llegan las vacaciones de verano y los ladrones vuelven a aprovechar la avalancha de escapadas estivales para entrar en casas vacías y arrasar con las joyas, el dinero y los electrodomésticos que los inquilinos no han llevado con ellos. Una de las organizaciones criminales dedicadas a este tipo de delitos contra el patrimonio es, por excelencia, la de origen albano-kosovar, que lleva años afincada en distintas ciudades españolas dedicándose al robo de inmuebles, en especial, durante los meses de verano. Un grupo criminal que, a diferencia de los georgianos (especializados también en la comisión de esta tipología delictiva) no tiene reparo en entrar, incluso, en casas habitadas.
En este sentido, recientemente, agentes de la Policía Nacional han desarticulado una organización criminal de esta nacionalidad afincada en Madrid, a la que se le imputan 57 delitos de robo con fuerza, entre ellos uno cometido en una vivienda en la que se encontraban sus moradores en el interior. Un total de 21 personas han sido detenidas por su presunta implicación en diferentes hechos cometidos en las localidades malagueñas de Antequera, Estepona, Torremolinos y Vélez-Málaga, en los municipios valencianos de Paterna y Xirivella, en la localidad cordobesa de Lucena, en Madrid capital, en la ciudad de Móstoles, en la localidad gaditana de Jerez de la Frontera y, por último, en Sevilla capital y Écija.
Meticulosos y sofisticados
A lo largo de la investigación, teniendo en cuenta el elevado número de hechos imputados, quedó patente la meticulosidad y especialidad de la organización en la ejecución de los robos. La organización se caracterizaba por su habilidad en la anulación de sistemas de seguridad, la realización de butrones y el forzamiento de cerraduras y cajas fuertes. Uno de los atributos más sobresaliente era, además, la itinerancia, ya que, a pesar de que residían en Madrid, se les imputan hechos ocurridos en las provincias de Cádiz, Córdoba, Málaga, Sevilla y Valencia.
Algunos de sus miembros residían en España desde hacía 20 años, circunstancia que dificultaba la investigación dado el conocimiento que estos individuos poseían en técnicas policiales. Además, la organización contaba con el apoyo de personas de nacionalidad española, a las que utilizaban para poner vehículos y viviendas a su nombre, todo ello con la finalidad de obstaculizar la labor policial.
Robos valorados en 500.000 euros
De todos los robos con fuerza llevados a cabo, destacan por la cantidad sustraída, uno de los cometidos en Vélez-Málaga, donde se apoderaron de 52.000 euros, así como otro practicado en Sevilla, de donde se llevaron 242.000 euros. La cantidad de dinero sustraído en el total de robos imputados supera los 500.000 euros a falta de valoración de alguno de los perjudicados.