Al finalizar la temporada de verano y la campaña de Navidad, los ladrones que siguen una ruta rotativa abandonan Barcelona con su botín para seguir delinquiendo en otras ciudades. De este modo, es más difícil reconocerlos, identificarlos y, por supuesto, perseguirlos. Este verano los ladrones de relojes de lujo llegaron a posicionarse en lo más alto de las preocupaciones de la policía catalana, según fuentes de los Mossos, durante el pasado 2019 se llegaron a detener a más de 180 personas relacionadas con este tipo de hurtos.
Esta semana, uno de estos ladrones, colombiano que pretendía volar con destino a México, con la maleta llena de objetos sustraídos durante los últimos meses en Barcelona, se disponía a abandonar la ciudad, pero la jugada le ha salido rana. Agentes de la Policía Nacional procedieron a su detención como presunto autor de un delito de falsedad documental y atentado a agentes de la autoridad. La sorpresa fue cuando entre sus objetos, encontraron numerosos artículos de lujo que podrían estar estrechamente vinculados con otros delitos cometidos contra el patrimonio.
Intentó huir al verse sorprendido
El hombre fue identificado en el control de documentación en los filtros de salidas internacionales del Aeropuerto Josep Tarradellas, Barcelona-El Prat. Tras examinar su documentación, los agentes detectaron que el pasaporte aportado presentaba ciertas irregularidades. Al verse sorprendido, salió corriendo, iniciándose acto seguido una persecución en la zona de llegadas internacionales del citado aeropuerto.
Finalmente, fue interceptado y detenido por varios agentes que se sumaron a la persecución, no sin antes ofrecer gran resistencia, provocando con ello lesiones de carácter leve a dos de los funcionarios actuantes.
Viajaba con 12 relojes de lujo
Entre sus pertenencias, que no había facturado, se hallaron 12 relojes de lujo de conocidas marcas, así como más de seis mil euros en efectivo. Tras realizar un cotejo con los números de serie de los relojes intervenidos a través de los archivos informáticos policiales, se detectó que uno de ellos figuraba denunciado como robado en Madrid, interviniendo cautelarmente el resto de los objetos, con el fin de determinar su procedencia.
Tras realizar gestiones con la compañía aérea se pudo determinar que el detenido había facturado dos maletas, por lo que se procedió a reclamarlas en origen, por si en su interior pudieran localizarse otros objetos susceptibles de ser robados. Tras ser retornadas las maletas y llevar a cabo su apertura, se localizaron en su interior otros cinco relojes de lujo, al igual que bolsos y gafas de prestigiosas marcas, por lo que de igual forma quedaron intervenidas.
Antecedentes por delitos contra el patrimonio
Al detenido le constan numerosos antecedentes por delitos contra el patrimonio, por lo que se continúan realizando gestiones con los distintos registros informáticos policiales, toda vez que el detenido no pudo acreditar la pertenencia de ninguno de los objetos recuperados.
El montante de efectos intervenidos es de, 17 relojes de diferentes marcas, varios de ellos valorados en más de 4.000 euros, dos ordenadores portátiles, cinturones, bolsos y monederos de piel, así como gafas de sol con su estuche, todos ellos de reconocidas marcas de lujo, además de seis mil euros en efectivo.
Más ladrones, menos profesionales
Según informó el jefe del Área de Investigación Criminal de los Mossos, Pere Pau Guillén, en rueda de prensa, desde 2016 se observa un claro incremento de los hurtos, sobre todo de relojes de lujo, durante otros meses, a parte de los estivales. Lo que hasta entonces había sido una tipología delictiva totalmente estacional y enmarcada de junio a septiembre, se volvió algo frecuente en la ciudad condal.
Eso sucedió, según Guillén, debido a la llegada masiva de delincuentes argelinos procedentes de la zona de París, donde el robo de relojes de lujo era un delito muy habitual. Fue entonces, cuando estos delincuentes se asentaron en Barcelona. Estos grupos de delincuentes están altamente especializados y acostumbran a trabajar con motocicletas o ciclomotores para perpetrar el robo y facilitar su huida. Además, su especialización ya les conduce a cometer hurtos y no, pues, robos con violencia. De este modo, si algún día son detenidos, la pena es mucho menor.
El problema llegó en 2017, hasta que se puso en marcha el dispositivo actual, ya que otros delincuentes comunes asentados desde hacía años en Barcelona vieron el beneficio que se llevaba este grupo y empezó a imitarlo.
Fue entonces, cuando los nuevos ladrones de relojes de lujo empezaron a ser más violentos, debido a su falta de experiencia. Ellos provenían de otras áreas delictivas como el robo de automóviles o carteristas y empezaron a equivocarse y a robar relojes de imitación, lo que provocó un aumento muy considerable de los hechos.