Los Mossos d’Esquadra han puesto en marcha un nuevo operativo para evitar que menores migrantes no acompañados (menas) se unan a las manifestaciones de Barcelona por la libertad del rapero Pablo Hasél. Durante los primeros días de disturbios, la policía catalana pudo identificar a varios de estos jóvenes camuflados entre los manifestantes más violentos, actuando de manera hostil contra los agentes y asaltando tiendas de lujo o sucursales bancarias.
Para prevenir que estas actitudes se repitan en la que se espera que sea la segunda semana de movilizaciones, los Mossos blindaron ya este lunes 22 de febrero las estaciones de Renfe de Terrassa y Calella. El objetivo del dispositivo era el de identificar a los menas que accedían a dichas instalaciones y prohibirles acceder a los trenes que conectan ambas ciudades con el centro de la capital catalana. El citado operativa se puso en marcha en Terrassa y Calella porque ambos municipios acogen varios centros de tutela de menores migrantes.
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Según los informes policiales que obran en poder de esta redacción, los Mossos relacionan a varios menores de origen magrebí, algunos de ellos con antecedentes por pequeños hurtos, con el saqueo de las principales tiendas asaltadas durante la jornada del pasado sábado en Barcelona. Los agentes también han podido rastrear parte de la mercancía hurtada, que ha acabado en plataformas de compraventa o circulando por el mercado negro.
Con las identificaciones masivas lo que se pretende es impedir que los grupos de menas más conflictivos se unan a las manifestaciones de Barcelona y aprovechen los momentos de conflicto y confusión para delinquir de forma violenta, atentar contra la autoridad o campar, como Pedro por su casa, destrozando el mobiliario urbano que encuentran por el camino. Si el sábado decenas de tiendas fueron saqueada una tras otra, este lunes se registraron pintadas y destrozos, pero ningún asalto violento.