Este viernes, 1 de octubre de 2021, se ha celebrado el cuarto aniversario del referéndum por la independencia de Catalunya. Como viene siendo habitual en este tipo de efemérides, el sector independentista, movilizado por los Comités de Defensa de la República (CDR), ha salido a la calle para recordar la que fue una dura jornada electoral, en la que se vivieron situaciones extremas que enfrentaron a los votantes contra los cuerpos y fuerzas de seguridad, que cargaron con brutalidad.
Así pues, como cada primero de octubre desde entonces, el movimiento independentista se ha manifestado exigiendo el regreso de los políticos en el extranjero, mientras han cantado al unísono cánticos pro independencia y contra la policía.
Manifestación hasta la Jefatura Superior de Policía
La manifestación, que ha reunido a unas 700 personas según datos aportados por la Guardia Urbana de Barcelona, se ha iniciado a las 19.00 horas desde la plaza Francesc Macià, en el corazón de la avenida Diagonal. Seguidamente, los ahí concentrados han iniciado una marcha por la concurrida avenida al grito de: “in – inde – independencia”. Siempre escoltados por una decena de furgonetas de la Brigada Móvil de los Mossos d’Esquadra, los manifestantes han recorrido algunas las principales calles del centro de la ciudad Condal hasta llegar a una de las zonas más calientes: la plaza Urquinaona y la Jefatura Superior de Policía.
No ha sido hasta su llegada ante el edificio que representa al Cuerpo Nacional de Policía que el ambiento ha empezado a tensarse. Y es que, dicha institución, blindada también por una fila de los antidisturbios de los mossos, primero, y, de los nacionales, después; fue escenario de alguno de los mayores encontronazos durante las manifestaciones post sentenciadel ‘procés’, convirtiéndose en un enclave muy significativo en este tipo de movilizaciones.
Primeros lanzamientos
Una vez ahí, algunos manifestantes han lanzado huevos y bolsas de basura al cordón policial y poco después ya han empezado los primeros disturbios. Sin embargo, durante los minutos que la concentración de ha parado ante Jefatura el ambiente ha seguido más o menos tranquilo a excepción de un par de bolsas de basura voladoras. En ese instante, plantados ante el cordón policial de los mossos, se han exhibido urnas de plástico y se han cantado varias consignas en contra de la policía. Tras unos minutos de sospechosa calma tensa, la muchedumbre se ha vuelta a trasladar a Plaza Urquinaona.
Disturbios disgregados en l’Eixample
Dada la abundante presencia de policías ante la Jefatura Superior, los disturbios más graves han vuelto a situarse en las calles del Eixample. El centro de Barcelona se ha convertido de nuevo en una especie de ratonera, en la que policías y manifestantes se iban persiguiendo entre sí... Como viene siendo habitual, se han construido barricadas y se han quemado contenedores para dificultar el paso a los agentes de la Brimo que iban siguiendo a los alborotadores.
Como pudo comprobar esta redacción in situ, al dispersarse el tumulto, el perfil de los identificados tras finalizar la marcha fue el de jóvenes (preocupantemente muy jóvenes), muchos de ellos menores de edad. Ataviados con ropa de color negro, los principales líderes del pequeño desorden de este viernes se cubrían el rostro con paraguas negros para dificultar todavía más la tarea de reconocimiento.