17 muertos a golpes es, según las primeras cifras, el resultado de la pelea entre aficionados que se produjo ayer en el estadio de los Gallos Blancos de Querétaro, en el transcurso del partido de fútbol entre ese equipo y el Atlas de Guadalajara. Sin embargo, a lo largo de las horas el número de fallecidos va en aumento y hay fuentes que los sitúan ya en 25 muertos.
Sin seguridad en el campo
La pelea se inició, al parecer, porque un grupo de aficionados radicales del equipo de Querétaro agredió a un pequeño grupo de hinchas del Altas. Debido a la poquísima seguridad que existe en el estadio, que apenas contaba con un puñado de vigilantes de seguridad, la situación pronto se fue de las manos y la pelea se convirtió en batalla campal.
La riña tumultuaria saltó al terreno de juego los que hizo que los jugadores y cuerpo técnico saliera huyendo para refugiarse en la zona de vestidores. Al mismo tiempo, el resto del público, muchos de ellos familias con niños, que no estaba en la pelea pero que quedó invadido por el pánico, también saltó al césped para intentar buscar refugio ante lo que ya se había convertido en una carnicería.
Se piden responsabilidades a los dueños del club
El presidente de la Liga MX, Mikel Arriola, a través de su cuenta Twitter ha expresado que la empresa dueña del equipo de Querétaro tendrá que dar explicaciones por lo ocurrido. Así mismo, desde la directiva del Atlas, se ha exigido públicamente una investigación sobre los hechos y ha pedido que se depuren responsabilidades. También hizo lo mismo el gobernador de Querétaro, Mario Kuri.
Si se confirma el creciente número de muertos, estaríamos ante la mayor tragedia con muertos en el fútbol mexicano, que incluso superaría la del túnel 29 del Estadio Olímpico Universitario, donde fallecieron ocho personas por aplastamiento en un partido contra América, el 26 de mayo de 1985.
