Los Mossos d'Esquadra refuerzan, desde la pasada noche, la seguridad en Barcelona. Agentes de la Brigada Móvil (BRIMO), los antidisturbios de la policía catalana, harán controles nocturnos en las zonas más turísticas de la ciudad a partir de medianoche, según fuentes policiales.
Dicho dispositivo se pone en marcha para reforzar las zonas de más conflicto, sobre todo, tras la pelea mortal del pasado domingo, que elevó a cinco los homicidios en julio, en la ciudad. Su labor será la de reforzar la que ya llevan a cabo otras unidades del cuerpo, como la de seguridad ciudadana.
Está prevista una nueva reunión
La decisión forma parte de un plan que la policía catalana ya estaba diseñando, pero que se ha acelerado después del último crimen y de que el concejal de Seguridad, Albert Batlle, pidiese una reunión urgente a los Mossos. Está previsto que el jueves se reúnan todos los agentes implicados para tratar el problema en la zona del frente marítimo de la ciudad.
En la reunión, está previsto que se analicen medidas desde el ámbito policial, y también desde el administrativo, para intentar atajar este tipo de incidentes. El consistorio de Barcelona lleva tiempo reclamando a la Generalitat que se haga efectiva la cesión de competencias del Port Olímpic para poder cambiar el modelo de esta zona, donde está previsto que los 24 locales de ocio nocturno dejen de operar cuando en 2020 acaben las concesiones actuales y se les dé un uso náutico.
Coincide con el operativo contra los manteros
El refuerzo del dispositivo de seguridad en las zonas de ocio nocturno en Barcelona coincide con el que, desde hace dos días, llevan a cabo conjuntamente Mossos, Guardia Urbana y Policía Portuaria para evitar la instalación de manteros en los principales puntos turísticos, especialmente en la Barceloneta.
Un centenar de agentes de los tres cuerpos llevan a cabo una ocupación intensiva del espacio para evitar la presencia de "manteros", si bien algunos de estos vuelven al lugar cuando los agentes se van, especialmente a partir de las diez de la noche.
La inseguridad es la principal preocupación
El consejero de Interior, Miquel Buch, anunció que destinará 320 nuevos mossos a la capital catalana a partir de octubre, una vez acaben las prácticas con alumnos recién salidos de la escuela de policía. Pero mientras tanto, la delincuencia sigue creciendo e Interior busca soluciones para paliar la situación en verano, cuando más afluencia turística vive la ciudad.
Sólo en el mes de julio, se han cometido 5 homicidios en la ciudad. El día 6, un hombre falleció tiroteado en el barrio de Sarrià mientras cerraba la peluquería que regentaba su mujer. Días más tarde, el 11, otro hombre murió en una pelea delante de un locutorio, en la que estaban implicados otro hombre y una mujer. Al día siguiente, un hombre de 36 años fue tiroteado en el barrio del Poblenou a manos de un individuo que se le acercó en un patinete eléctrico, en lo que parece un conflicto por tráfico de drogas. Este pasado jueves, otro hombre fue acuchillado en El Raval y falleció horas más tarde, y hace apenas tres días, se produjo la muerte de un joven chino tras una paliza a las puertas de una discoteca.
Estos casos evidencian la grave situación que se vive en las calles de la capital catalana, donde el crimen organizado, los robos, los hurtos y la violencia extrema parece haberse apoderado del lugar.