Fuentes policiales hablan de uno de los mayores dispositivos de los últimos años. La policía catalana desplegó a más de 300 agentes en la plaza de la Bonanova para contener los posibles enfrentamientos entre los manifestantes okupas y antiokupas
Pasaban pocos minutos de las 17.00h de este jueves cuando un grupo de “espartanos”, seguidores de Dani Esteve, el líder de Desokupa, llegaron a la plaza de la Bonanova de Barcelona. Tras algunas consignas contra el movimiento okupa, incluso con un par de enfrentamientos verbales desde los muros de ‘El Kubo’ y ‘La Ruïna’, los agentes de los Mossos d’Esquadra llegaron para cerrar el acceso a la calle donde se encuentran los dos edificios okupados, en las inmediaciones de la plaza. El dispositivo se ponía en marcha.
De hecho, desde hace días, la policía catalana, junto con la Guardia Urbana de Barcelona, ya desplegaron un dispositivo especial de seguridad, con más presencia policial durante las 24h del día, para mantener el orden público en la zona. Sin embargo, el de este jueves por la tarde ya se intuía que iba a ser visiblemente muy superior. Y así lo fue, “un dispositivo policial sin precedentes” han aseverados fuentes policiales a eltaquigrafo.com.
“Uno de los mayores dispositivos de los últimos años”
Más de 300 agentes, entre antidisturbios de la BRIMO y la ARRO, seguridad ciudadana, francotiradores desde los balcones, la unidad de drones, el helicóptero y ‘fures’ de paisano blindaron la zona alta de la ciudad desde la plaza de Lesseps hasta la Bonanova.
El resultado fue una clara contención de las dos manifestaciones antagónicas que se habían convocado para el mismo día, confluyendo en el mismo espacio: la desdichada plaza de la Bonanova, que se ha convertido en el epicentro del conflicto y de la precampaña electoral. No hubo ni siquiera contacto visual entre ambas manifestaciones. Las mismas fuentes policiales hablan de “uno de los mayores dispositivos de los últimos años”.

Momentos de tensión en la calle Solsonès
Los defensores de ‘El Kubo’ y ‘La Ruïna’ salieron desde la plaza de Lesseps hasta la Bonanova. Ataviados con prendas de color negro y el resto cubierto – como los organizadores recomendaron en sus perfiles sociales – iniciaron una marcha sin altercados graves, pero con cierta crispación. Desde los balcones había vecinos que les procesaban todo tipo de insultos (“guarros, los que necesitáis es una ducha con agua y jabón”) y otros que les aplaudían.
El momento de mayor tensión llegó sobre las 21.00h en la calle Solsonès, en las inmediaciones de la Bonanova, cuando los manifestantes okupas hicieron caso omiso a las indicaciones de la BRIMO. Fue entonces que se vieron las primeras y únicas cargas policiales de la jornada, mientras los okupas lanzaban objetos contra los vecinos que les insultaban y el cordón policial.

Desokupa se concentró en el otro extremo de la plaza
Paralelamente, la manifestación antiokupa, liderada por la empresa Desokupa de Dani Esteve – que se dedica a ejecutar desalojos extrajudiciales – empezó con el reparto de pizzas entre los asistentes y prosiguió con una marcha hasta la plaza Bonanova. Seguidores de Esteve se movilizaron desde varios puntos de España para asistir a la protesta. “Yo soy de Castellón y he venido en tren esta mañana con unos amigos, donde esté Dani, ahí estaremos” declaró un joven a esta redacción.
Sigue siendo un misterio quien se encuentra tras la llegada de Desokupa a Barcelona o si se han personado de forma gratuita. Algunos vecinos del barrio, incluso estando en contra de la presencia de los okupas, relacionan la crispación de la última semana a la legada de Dani Esteve y los suyos.
Sin altercados destacables
Con todo, a excepción de momentos puntuales, la doble manifestación antagónica se saldó sin mayores altercados, pero dejando un barrio roto y dividido.