Los sindicatos mayoritarios de los Mossos d’Esquadra y las policías locales de Catalunya se han unido en la que se prevé una manifestación multitudinaria este sábado por la tarde en Barcelona. Al unísono, las voces sindicales exigirán una respuesta gubernamental ante el sentimiento de desamparo y marginación que sienten por parte de las instituciones políticas, especialmente, del gobierno de la Generalitat.
“El discurso político ha conllevado una perdida gradual del principio de autoridad”, aseguran David José y David Miquel, secretario general y portavoz del Sindicato de Policías de Catalunya (SPC). “Los delincuentes cada vez son más agresivos, las manifestaciones cada vez son más violentas y las calles de ciudades como Barcelona cada vez son más hostiles”. Culpa de ello, manifiestan los representantes sindicales entrevistados por eltaquigrafo.com, se deriva del mensaje de desprestigio respecto a los cuerpos policiales que se transmite desde ciertas formaciones políticas a las que el Govern da su apoyo. “Somos la policía de la Generalitat y nuestros máximos representantes políticos ni nos defienden, ni nos escuchan”, esgrime el portavoz del sindicato.
Sin el apoyo de la Generalitat
“La gota que colmó el vaso fue la suspensión de una moción presentada y votada en el Parlament que pretendía dar más apoyo a los policías locales y a los Msossos ante las últimas agresiones sufridas en manifestaciones y botellones”, matiza, por otro lado, Toni Castejón, portavoz del sindicato FEPOL. Fue entonces, y ante el silencio administrativo del president Pere Aragonés, que los sindicatos se movilizaron para organizar esta marcha en defensa de sus derechos y de los derechos de los ciudadanos que, al fin y al cabo, aseguran tanto Castejón como Miquel, “son las victimas reales de las consecuencias de este discurso político”. “Quien termina sufriendo es el ciudadano a quien le queman el coche, le roban a punta de navaja o le asaltan el comercio todas las semanas”.
La situación, lamentan, empieza a ser insostenible. “No tenemos ni los recursos, ni el apoyo necesario para revocar este escenario de violencia creciente”, sentencia Miquel. El caldo de cultivo lleva cociéndose un par de años. Ambos representantes sindicales denuncian que la presunción de inocencia de los policías ha desaparecido, “ahora existe la presunción de culpabilidad”; y aseguran sentirse señalados constantemente como si ellos de repente “fueran los malos”.
Agredir a un policía sale barato
Sin embargo, paralelamente a estos juicios de valor y a esta imagen que se ha extendido desde las instituciones políticas, el portavoz del SPC explica que se han aumentado las incautaciones de armas blancas. “Se ha creado un clima de impunidad. Ahora, a la mínima, los delincuentes no dudan en agredir a sus víctimas, como queda demostrado con las cifras de heridos por arma blanca de los últimos botellones”. Por supuesto, tampoco dudan en agredir a los agentes de la autoridad.
“Sale más barato agredir a una agente de policía que una multa de tráfico” se cuestiona Toni Castejón. “Una delito por atentado a la autoridad se salda con multas de entre 50 y 60 euros y hasta que esto no cambie o no se aplique la ley en toda su firmeza, pues se contemplan hasta penas de prisión, los agentes seguiremos sufriendo ataques de todo tipo y los atacantes se seguirán escaqueando con total impunidad”. "Y cuando se responde de forma más contundente quien es señalado y cuestionada - aseguran - siempre es el policía".
Se sienten cuestionados constantemente
“El debate siempre gira en torno de si el agente ha actuado o no de forma desproporcionada. Nunca se analiza el otro punto de vista que es: ¿por qué el agente tuvo que actuar cómo lo hizo? Nuestro trabajo está detalladamente fiscalizado. Examinamos cada una de nuestras actuaciones para mejorar, pero nunca se nos respalda cuando tenemos que ejercer la fuerza para garantizar la seguridad ciudadana” denuncia David Miquel.
En este sentido, el portavoz de FEPOL, añade que “nadie nunca habla de los violentos. No se habla de los desórdenes públicos, de por qué siempre pasa en Barcelona, quiénes son, cómo actúan, cómo podemos hacer para minimizar los destrozos que ocasionan…”. Al final, asegura, “el discurso político siempre concluye en desautorizar la actuación policial.”
Por todo ello, visiblemente molestos con el trato que están recibiendo por parte de ciertas formaciones políticas, una quincena de sindicatos se movilizará este sábado desde el Parlament hasta la Plaza Sant Jaume, en una marcha que también contará con el apoyo y la asistencia de otros colectivos y gremios afectados como: los hosteleros, los comerciantes o las asociaciones de vecinos. Una protesta trasversal, liderada por la policía catalana, pero para el bien común de toda la ciudadanía, la seguridad pública y la convivencia social.