Activo y con una larga lista de antecedentes desde 1997, el pasado 19 de enero agentes de los Mossos d’Esquadra procedieron a la detención de este varón, de 49 años y nacionalidad española, como presunto autor de un robo con violencia a un centro médico del distrito de Sarrià – Sant Gervasi de Barcelona. El individuo fue reconocido de inmediato por los agentes, ya que no era el primer asalto que cometía recientemente por la zona.
Los hechos se registraron la madrugada del pasado martes, cuando en la sala de comando de los Mossos se recibió el aviso de un agente de seguridad privada alertando de que se había procedido al arresto de un individuo al que encontraron deambulando por el interior de la clínica con la presunta intención de cometer algún tipo de ilícito penal.
Reconocido por su largo historial delictivo
Cuando los agentes de la comisaria del distrito se personaron en la clínica, reconocieron sin problemas al detenido y lo relacionaron con otros hechos similares acaecidos en la misma zona de Sarrià en los últimos días. De hecho, desde la policía autonómica se asegura que se le estaba buscando tras ser identificado por las cámaras de videovigilancia de otros centros asaltados.
Durante el registro preventivo, los agentes le encontraron encima 6.000 euros en efectivo. Dinero del que no pudo justificar ni origen, ni procedencia. Los investigadores sostienen que podría tratarse del motín que robó de otra clínica días antes de ser detenido y por lo cual estaba siendo investigado.
Reincidente desde 1997
La policía catalana destaca que se trata de un ladrón muy activo, operativo desde 1997. Acumula docenas de detenciones y denuncias policiales relacionadas con delitos contra el patrimonio. Su máxima actividad delictiva, apuntan fuentes policiales, se ha registrado en los últimos meses, desde el pasado mes de mayo de 2020, acumulando un total de 18 detenciones, la mayoría de ellas por robos con fuerza a establecimientos comerciales y centros médicos.
Solo el pasado mes de diciembre ya fue detenido en cinco ocasiones y acumula más de sesenta antecedentes policiales. No se le identifica ni trabajo estable, ni domicilio conocido. Suele actuar en solitario y no oculta su identidad, siempre asalta con la cara al descubierto.