Parece haberse abierto la caja de Pandora en relación con los casos de pederastia a manos de miembros de la comunidad eclesiástica. Miguel Hurtado, víctima de pederastia entre 1997 y 1998 a manos del hermano Andreu, ya reconocía este lunes en Rac1 tener conocimiento de más casos de abuso sexual en el monasterio de Montserrat.
Pero la caja, esta vez, se ha abierto de par en par y sacude los cimientos de Iglesia desde las parroquias más pequeñas hasta el Vaticano.
El caso del monje Tomás
En primer lugar, el Obispado de la provincia de Girona anunció este lunes que abrirá una Comisión Diocesana para investigar el presunto caso de abusos sexuales, llevados a cabo por el ex capellán de Vilobí d'Onyar (Selva).
Este caso fue desvelado el pasado fin de semana por el diario Ara e involucran al que fue el rector del municipio, el mossèn Tomàs, entre los años 60 y 80. Estos abusos fueron puestos en conocimiento de del Obispado de Girona por diversas familias afectadas, así como por los alcaldes de las décadas de los 70 y 80, sin que nadie hiciera nada.
El monje permaneció en el municipio hasta 1991 y actualmente, con 91 años, se encuentra en una casa de descanso en Arbúcies cerca de Vilobí d’Onyar.
Detenido por corrupción de menores y abusos sexuales
La policía Nacional ya detuvo a este cura de la provincia de Málaga en el marco de la “operación Sandrina” contra la distribución de pornografía infantil a través de Internet.
Ahora los agentes encargados de registrar sus domicilios han hallado más de 3.000 archivos con fotos y vídeos, descubriendo que no solo se había descargado las imágenes, sino que también había realizado tocamientos niñas.
Por ahora, se encuentra en prisión, tal y como ha confirmado el periódico digital Sur.
En este caso, la diócesis a la que pertenecía sí que ordenó, ya en el mes de agosto, la suspensión del ejercicio de “todo el ministerio sacerdotal”.
Dimite un alto cargo del Vaticano
Por otro lado, y aunque no por pederastia, el Vaticano también se ha visto afectado. El sacerdote austríaco Hermann Geissler presentó su dimisión en la Congregación para la Doctrina de la Fe tras ser acusado de abusar de una monja en 2009.
Según ha informado EFE, la Congregación informó de que Geissler pidió este lunes al prefecto Luis Ladaria Ferrer "abandonar su servicio", lo que ha sido aceptado.
"El Padre Geissler dio ese paso para limitar el daño ya acarreado a la Congregación y a su comunidad. Defiende que la acusación contra su persona no es cierta y pide que se continúe el proceso canónico ya iniciado", se lee en la nota.