Antidisturbios del cuerpo catalán y agentes de la Unidad
Contra Redes de Inmigración Ilegal y Falsedades Documentales (UCRIF) de la
Policía Nacional han iniciado este mediodía, de manera conjunta, una ofensiva
policial para sacar a los carteristas reincidentes del metro de Barcelona. La
operación se enmarca en el plan operativo “Draga”, el cual será “estable”
durante las próximas semanas, según fuentes policiales.
El operativo, que tiene que ver con las propuestas que los
Mossos d’Esquadra realizaron el pasado mes de marzo en un plan de intervención
para mejorar la seguridad de la ciudad, ha empezado con un patrullaje masivo en
la L5 del metro barcelonés, en las estaciones de Diagonal y Sagrada Familia.
Ambas paradas suelen estar especialmente concurridas por el turismo, dado que
conectan la arteria comercial de Paseo de Gracia con el templo de Gaudí.
Así pues, los Mossos actúan en el marco de sus competencias
en seguridad ciudadana y prevención, mientras que la Policía Nacional
interviene dentro de sus competencias para aplicar la Ley de Extranjería. Participan
agentes de paisano y uniformados de ambos cuerpos, con el objetivo de localizar
presuntos autores de hurtos in fraganti o buscando personas a las que robar.
Se necesita reforzar este sector
En el metro de Barcelona, actúan diariamente una media de
cien carteristas habituales, que acaban protagonizando el 30% del total de
hurtos que se registran en la capital catalana. Fuentes de la policía
catalana han asegurado a eltaquigrafo.com que los delincuentes multirreincidentes
implican un sobreesfuerzo policial a nivel de agentes a pie del cañón, y de presupuesto.
“Se necesita una reforma general en este sentido, que incluya una modificación
de la ley actual y mejoras en materia social”, afirmaban dichas fuentes.
Desde que, en verano del 2017, el Tribunal Supremo resolvió,
en una sentencia, que los hurtos no podían acumularse, resulta muy difícil que,
sobre los carteristas, recaigan penas que vayan más allá de las multas
económicas. “Este tipo de ladrones ya saben hasta dónde pueden llegar para
que les caiga una pena mínima que, en la mayoría de los casos, no implica
prisión alguna”, aseguraba una portavoz de la policía catalana a este medio.
Barcelona ciudad segura
Se trata de un plan de actuación a tres meses vista, que se
trabaja desde el pasado mes de julio y del que aún no han trascendido ni
resultados ni conclusiones. La base de este plan es mejorar la seguridad de la
ciudad con actuaciones transversales con otros cuerpos, administraciones y
entidades para trabajar, de este modo, la delincuencia desde el mayor número de
campos posibles.
Se han puesto en marcha operativos flexibles y
adaptables a las necesidades de cada jornada para abastecer de la mejor y mayor
manera los problemas de seguridad presentes en la ciudad, sobre todo, los robos
con violencia y las reyertas con arma blanca.