La denominada Operación Laya ha concluido con la detención de 13 miembros de la banda criminal en diversas localidades del País Vasco, Madrid y Barcelona. La desarticulación de la organización se ha visto precipitada para evitar un asesinato inminente que planeaban ejecutar en Madrid y las autoridades judiciales ya han decretado el ingreso en prisión para 11 de los encausados.
Entre los detenidos se encuentran los dirigentes a nivel nacional de la banda que están siendo investigados por los delitos de pertenencia a organización criminal, asesinato en grado de tentativa, diversos delitos contra las personas, contra la salud pública y tenencia ilícita de armas prohibidas, entre otros.
Junto con la detención de los miembros de la organización, se han llevado a cabo varios registros en los que se han intervenido documentación, armas simuladas, armas blancas y una importante cantidad de estupefacientes, así como dispositivos electrónicos de almacenamiento de información que serán analizados.
Banda criminal de origen latino
Las investigaciones se iniciaron hace diez meses tras detectar el asentamiento de un “bloque” –conjuntos territoriales- de la banda en Vitoria (Álava). Como muchas otras, la organización se dedicó a controlar espacios geográficos y fue ampliando su red de apoyo, estableciéndose en otras regiones del país mediante la formación de grupos y la realización de actividades delictivas en su zona.
En el transcurso de la investigación, la Guardia Civil detectó la existencia de otros bloques en Madrid y Barcelona, con mayor peso que el Bloque del Norte de la banda (Álava, Guipúzcoa, Navarra y La Rioja), y destapó el lugar desde donde se ejercía la dirección de la banda. Los investigadores del Servicio de Información de la Guardia Civil constataron que el líder de la organización, afincado en la capital catalana, dirigía desde ese lugar la estrategia y actividades de la banda a nivel nacional.
Aunque fue desarticulada por primera vez en 2010, la banda lleva asentada en España desde el año 2002 y está considerada una de las más peligrosas y sanguinarias.
Cae uno de los líderes en Barcelona
Uno de los máximos responsables de la banda ha sido detenido y encarcelado. Se trata de un ecuatoriano de 34 años que ya fue condenado a 17 años de cárcel tras ordenar a dos miembros de la banda el asesinato de otro miembro que amenazaba con abandonar el grupo.
El cuerpo de Mossos d’Esquadra ha localizado cuatro bloques en Cataluña: dos en Sant Boi de Llobregat, uno en Hospitalet y otro en Figueras. Dada su distribución de la banda en gran parte de la geografía española, no se ha podido determinar la cifra exacta de miembros Blood, pero se calcula que puede ascender a más de 400 teniendo en cuenta que existen más de 20 bloques en España.
Violencia, reyertas y drogas
“Amor de Sangre” es el lema de los Blood. Históricamente enfrentados a los Crips, en Estados Unidos, son conocidos por su rivalidad con otras bandas en lugares y áreas de uso público, por realizar pintadas y grafitis en mobiliario urbano, empleo de la violencia y uso de machetes de grandes dimensiones. También hacen uso de bolomachetes, catanas, navajas mariposa, pistolas de perdigones y puños americanos y consumen drogas como el hachís y la cocaína.
La mayoría de sus miembros son jóvenes de entre 14 y 25 años que son captados siendo menores de edad y obligados, por los líderes, a abandonar sus domicilios familiares y cometer actividades ilícitas como medio de financiación y forma de obtener estatus dentro de la organización. Los de menor edad se encargan de portar las armas para evitar ingresar en prisión en el caso de ser detenidos.
La banda está integrada por miembros de diferentes nacionalidades: latinoamericanos, españoles, magrebíes, rumanos, estadounidenses y ucranianos, que a menudo proceden de familias desestructuradas o se encuentran en situación de vulnerabilidad.