Muchos no ubicarán esta ciudad en el mapa, pero Montcada i Reixac es la puerta de entrada a Barcelona en sentido norte. A alguno quizás les suene este nombre porque, precisamente por su cercanía con la gran Barcelona, suele salir a menudo en las noticias de primera hora, cuando se informa de las retenciones matutinas. A otros, tal vez, por ser el punto negro de toda la red ferroviaria estatal. Y es que esta pequeña ciudad, arrinconada en el valle que separa el litoral catalán del interior, es desde hace años la localidad española con más víctimas mortales atropelladas por el tren.
Los convoy pasan por Montcada tocando la bocina con los decibelios al máximo. Los conductores ya lo saben. Y seguramente muchos pensarán “pues que se anden con más cuidado”, “¿por qué ha pasado con las barreras bajadas?” … Sin embargo, la realidad es mucho más compleja. Por esta localidad catalana, con cinco estaciones de tren, pasan regularmente tres líneas del cercanías, además de trenes de media distancia, mercantiles y otros sin estacionar. Las vías más conflictivas están al aire libre y son intransitables un promedio de 30 minutos cada hora. Eso provoca grandes colas de coches y peatones a los alrededores de los pasos a nivel. Además, si coinciden dos trenes, la espera para cruzar se puede alargar más de quince minutos. Los montcadenses lo saben y, a pesar de no ser recomendable, cruzan la vía desesperados por la posible espera.
Una nueva víctima mortal
Montcada hace décadas que ruega a Adif y al Ministerio de Fomento que las vías estén soterradas en el subsuelo, pero es un proyecto complejo. Y, mientras las últimas concesiones no llegan, decenas de personas, la mayoría vecinos del municipio, siguen muriendo atropelladas por los trenes. La mayor parte de los casos son accidentes, despistes, como el que se registró este jueves por la tarde.
Según fuentes cercanas a la alcaldía apuntan a que un hombre mayor fue a cruzar sin calcular que el tren estaba mucho más cerca de lo que había percibido. De todos modos, la policía catalana ha abierto una investigación para esclarecer los hechos y descartar que se trate de un suicidio. Hasta el lugar de los hechos se personaron agentes de la Policía Local, los Mossos d'Esquadra, los Bomberos y la alcaldesa de la localidad, Laura Campos. Con él ya son 176 las personas atropelladas en Montcada i Reixac.
Lentitud en los últimos trámites
En este sentido, Laura Campos ha lamentado a preguntas de eltaquigrafo.com la lentitud con la que se están tramitando los últimos expedientes para aprobar las obras del soterramiento de la línea R2, la más conflictiva, pues es la que atraviese y divide la ciudad, justo por uno de sus epicentros comerciales. Justamente esta semana Campos se reunió con el comité de seguridad de los pasos a nivel de Adif para exigir más control a la espera de que empiecen las obras.
Aunque nunca antes Montcada i Reixac había estado tan cerca de la aprobación definitiva del proyecto, la espera se está haciendo muy larga y los problemas derivados de esta sobreabundancia de infraestructuras que atraviesen dicha localidad siguen pasando factura.