Un niño de 13 años recibió una brutal paliza durante la noche de ayer en el barrio madrileño de Carabanchel. El adolescente, que ha tenido que ser hospitalizado debido a la gravedad de las heridas, se encontraba sobre las 21:00 en la confluencia entre la calle Belmonte de Tajo y la calle Agustín Rodríguez Bonar cuando fue asaltado por un grupo de jóvenes.
Durante la paliza, el chico sufrió heridas de arma blanca en la cabeza y en el brazo, con la semiamputación de un dedo de la mano izquierda y afectación muscular en la mano y el antebrazo.
El joven tuvo que ser atendido en el mismo lugar de los hechos y, tras ser estabilizado por sanitarios del Samur-Protección Civil, fue trasladado al Hospital Infantil de La Paz donde permanece en estado grave. Según una información adelantada por el diario El Caso, el joven, que ingresó directamente en el quirófano, tuvo que ser intervenido por las heridas que presentaba.
La policía ya ha abierto una investigación para esclarecer lo sucedido. Por ahora, la principal hipótesis que barajan los agentes, apoyándose en los testimonios de las personas que se encontraban en la zona, es que la agresión está relacionada con un enfrentamiento entre bandas, sin precisar de qué índole. Algunos de estos testimonios afirman, según El Caso, que los agresores se presentaron en el lugar armados con palos y machetes.
Por el momento no se ha producido ninguna detención pero la policía trata de identificar a estos jóvenes que, de ser mayores de edad, podrían enfrentarse a penas de cárcel debido a la gravedad de los hechos.
No es un hecho aislado
Hace apenas dos semanas otro suceso similar consternó a Francia. Yuiry, un adolescente de 15 años entró en coma después de haber sido brutalmente agredido por una docena de personas a la salida de su escuela en París. El vídeo de la paliza, que se ha hecho viral y ha desatado la indignación en el país galo, captó la brutal agresión así como el momento en el que los atacantes huyeron del lugar al darle por muerto.
“A Yuiry, que ya ha salido del coma al que tuvo que ser inducido, le rompieron la nariz, el brazo, los hombros, las costillas y los dedos. Pero sobre todo le rompieron el cráneo en varios lugares por lo que tuvo que ser sometido a una operación de más de seis horas y estuvo en coma durante una semana", explicó su madre al canal de noticias francés BMFTV.