Passeig de Sant Joan, epicentro de la tercera noche de disturbios

Barricadas en llamas en los aledaños del Passeig de Sant Joan  /  Twitter
photo_camera Barricadas en llamas en los aledaños del Passeig de Sant Joan / Twitter
Barcelona ha vuelto a protagonizar una nueva jornada de protesta para exigir la liberación del rapero Pablo Hasél. Como en las noches anteriores, lo que ha empezado como una concentración pacífica ha derivado en graves altercados, esta vez, en los aledaños del Passeig de Sant Joan.

Concentrados en la plaza de Tetuán, unos pocos manifestantes han iniciado la tercera jornada de protesta por el encarcelamiento del rapero Pablo Hasel versionando algunos de sus raps más conocidos. Pocos minutos después de las 19:30 horas de este jueves, con la plaza ya llena, la concentración se ha convertido en una marcha y ha empezado a moverse dirección Passeig de Sant Joan. 

Los aledaños del céntrico paseo, blindados por decenas de furgones de la Brigada Móvil de los Mossos d’Esquadra desde primera hora de la tarde, se han convertido de pronto en el nuevo escenario de “guerra”. El Passeig de Sant Joan y las paralelas que nacen de él (Diputació, Aragó, Valencia y Mallorca) han acogido las barricadas y los incendios más graves de la noche. La primera parada: el Departamento de Interior. A las puertas del edificio se han producido los primeros enfrentamientos, más bien verbales, entre agentes y manifestantes. Poco después, disgregados por las calles adyacentes, los insultos se han convertido en pedradas y los primeros lanzamientos han dado paso a los primeros disparos. 

Barricada con llamas de hasta 6 metros 

Uno de los puntos más conflictivos de la tercera jornada de protestas se ha registrado en la calle Aragó con Bailén (la paralela al paseo). Una barricada de dimensiones considerables, que incluía, además de los ya desdichados contenedores de basura, un contenedor de escombros, motocicletas, vallas, palés y todo tipo de objetos pesados hallados a su paso, ha empezado a arder de forma muy peligrosa. Las llamas, que han crecido hasta acariciar los edificios más cercanos, han deshecho las señales de tráfico y los semáforos del cruce. 

Los bomberos de Barcelona, una noche más, han tenido que ir sofocando los fuegos que los manifestantes han dejado a su paso. Incluso, dada la intensidad de las llamas, tuvieron que refrescar durante varios minutos los inmuebles más cercanos a las barricadas más exuberantes para evitar daños mayores. Todas estas hogueras, mucho más intensas que en las jornadas anteriores, han convertido el Passeig de Sant Joan y sus paralelas en una auténtica ratonera. 

Ocho nuevos detenidos en Barcelona 

Los Mossos d’Esquadra han confirmado la detención de, al menos, ocho personas durante la noche del jueves por desórdenes públicos, actos vandálicos y participación en lanzamiento de objetos contundentes contra la línea policial. De hecho, los enfrentamientos de este jueves han llegado hasta el extremo de ver a los antidisturbios de los Mossos corriendo por el metro de Barcelona, persiguiendo a manifestantes violentos. 

La brutalidad de la situación se ha saldado con un agente del cuerpo herido en la cabeza por el impacto de una piedra mientras se encontraba en el interior de un vehículo policial y con, al menos, un joven inconsciente. Ambos han tenido que ser trasladados a un centro hospitalario por las heridas sufridas. 

La prensa, el nuevo objetivo de las protestas

Como viene siendo habitual en estas jornadas de protesta, los manifestantes se han encarado con la prensa. Sin embargo, hoy lo han hecho con más virulencia que en las noches anteriores. Las proclamas contra los medios de comunicación han comenzado en la Plaza de Tetuán, tachando a los periodistas presentes en la concentración de manipuladores. Algunos de los presentes han intentado incluso arrancar el brazalete identificativo de prensa a uno de los profesionales que se encontraban cubriendo las marchas por la liberación de Pablo Hasel. 

El incidente más grave se ha producido en la redacción de El Periódico, situada en la calle Diputació, donde los manifestantes han realizado pintadas en la fachada y han roto las lunas de cristal a pedradas. Aunque ninguno de los periodistas ha resultado herido, han sufrido amenazas graves para impedir que registrasen en imágenes el ataque. 

Además, un periodista se ha convertido en protagonista involuntario de las revueltas callejeras al romper de un codazo el cristal de la ventanilla de una furgoneta que ha estado a punto de convertirse en pasto de las llamas de una barricada. El fuego, alimentado con motocicletas y contenedores, y avivado con disolvente, ha estado a punto de calcinar este vehículo de grandes dimensiones.

Comentarios