Thiago F.G., el brasileño de 35 años acusado de la muerte de, al menos, tres indigentes en la ciudad de Barcelona, compareció este jueves ante el magistrado de instrucción, número 5, de Rubí (Barcelona). Lo hizo a través de videoconferencia desde la comisaría de Les Corts (Barcelona), donde estaba detenido desde la madrugada de este pasado martes, ya que las medidas de seguridad en el marco de la crisis sanitaria por el coronavirus recomiendan no trasladarlo al juzgado.
Y, aunque el presunto asesino en serie habría contestado a todas las preguntas del magistrado, tras su comparecencia, el juez decretó prisión provisional, comunicada y sin fianza. Considera que existen «indicios suficientes de responsabilidad criminal de la persona detenida», ya que «de las diligencias practicadas por los Mossos d’Esquadra, recopilación de imágenes de las proximidades de los respectivos lugares de los hechos, declaraciones testificales, seguimiento del investigado, inspecciones técnico-oculares y entrada y registro, se desprende que el investigado puede ser responsable» de tres crímenes.
Investigan un cuarto crimen
De momento, se le atribuyen tres de las cuatro muertes violentas que han tenido lugar en el distrito del Eixample de Barcelona, desde que se inició el confinamiento. La primera, el 16 de abril, en la puerta del Auditorio de Barcelona. Una segunda, 36 horas después, en la calle de Casp, cerca de la plaza de Urquinaona. La tercera, producida esta misma semana, el lunes 27, cerca de la Sagrada Familia, horas antes de su detención. Todos ellos, en el mismo barrio: el Eixample de Barcelona. Todos ellos, con el mismo modus operandi: les destrozaba la cabeza con objetos contundentes que obtenía de las obras de los aledaños.
Además, los agentes encargados del caso investigan si pudiese ser, también, el autor material de una cuarta muerte, la más lejana en el tiempo, registrada el 16 de marzo, también a un indigente. En este caso, sin embargo, no habría empleado el mismo modus operandi, ya que todo hace indicar que este primer sin techo murió por una herida de arma blanca tras una pelea ante un supermercado.
La Fiscalía pidió prisión, medida que el juez acordó antes de remitir la causa a los juzgados de Barcelona, que ya abrieron diligencias cuando se descubrieron las tres muertes violentas, aunque todo podría centralizarse en una sola investigación.
Las imágenes le sitúan en los crímenes
En la declaración, el sospechoso no supo justificar «su presencia en los lugares» donde se produjeron los hechos. Según el auto dictado por el juez, los Mossos pudieron recabar imágenes en las que aparece el investigado a la hora y el lugar de los crímenes. En ellas, se observa al presunto autor de los hechos en el «entorno de la zona del Auditorio Nacional» y se observa «de forma clara» como un hombre golpea a la víctima y sale huyendo del lugar, señala el juez.
En las grabaciones, además, se aprecian «características que coinciden con las de un hombre vestido con pantalón largo negro, […] un elemento tapabocas, un chaleco reflectante naranja colgando de una mochila, […] una gorra azul del F.C. Barcelona y gafas de sol las cuales se las quitó posteriormente y permitieron ver su rostro con más claridad». La ropa que se apreciaba en las imágenes fue encontrada en el registro que se ha practicado en la caravana que el sospechoso utilizaba de refugio, en el barrio de Les Planes, en Sant Cugat del Vallès (Barcelona). En concreto, los agentes hallaron una gorra del Barça que el sospechoso llevaba en los tres crímenes y, en algunas prendas, aparecieron manchas de sangre que podrían ser de las víctimas.
Lo mismo sucedió en el segundo crimen que se le atribuye y que tuvo lugar en la calle de Casp de Barcelona, cerca de Urquinaona. La persona que aparece en las imágenes tiene una «fisionomía y morfología» coincidente con la que aparece en las imágenes por la muerte del primer indigente y en el lugar del crimen se encontró un palo de unos 70 centímetros de largo. Respecto a la tercera muerte, la madrugada del pasado martes, el auto indica que «dos testigos habrían visto al investigado con un objeto contundente, actitud agresiva y con un palo en la mano» y que notaron como fue hacia el indigente que dormía junto a un portal, aunque se fueron para su casa por temor a que los atacara. Apenas pocos minutos más tarde, presenciaron desde el balcón como el sin techo tenía sangre y llamaron a la Guardia Urbana, señala el juez que identifica al sospechoso como el posible autor del crimen.
Fuerte dispositivo de localización
En el auto se especifica que los agentes actuantes establecieron un dispositivo de localización del autor de los hechos por la zona del Eixample, al entender que los hechos anteriores podían tener una misma autoría. En el marco de este dispositivo, el día 28 de abril, sobre las 00:00 horas, tras cometerse el último crimen, una patrulla observó a un hombre que coincidía con la descripción del presunto autor y procedieron a realizar un seguimiento que, finalmente, terminó con la detención del sospechoso en el barrio de Les Planes de Sant Cugat.
Esta patrulla contaba ya con información recibida de un agente que, fuera de servicio, coincidió con el presunto asesino en serie antes de que cometiera el último crimen, en un vagón de Ferrocarrils de la Generalitat. Le llamó la atención la «extraña actitud» de aquel pasajero. Lo siguió hasta que bajó en la estación de Gracia, «siguiéndole a una distancia prudencial, observando que tenía escondida una barra de hierro en la manga de la chaqueta, en el brazo derecho, y observando que en la mano izquierda tenía un destornillador con el mango de color anaranjado, que sobresalía». Durante el trayecto, el sospechoso hizo una parada en la estación del Baixador de Vallvidrera para bajar a las vías y apoderarse de un palo con el que, presuntamente, acabó con la vida del último indigente.