El juzgado número 2 de Alzira ha decretado este viernes prisión provisional, comunicada y sin fianza para Jorge Ignacio P.J., el sospechoso de la muerte violenta de Marta Calvo, de la que se perdió la pista el pasado 7 de noviembre en el municipio valenciano de Manuel.
El arrestado, quien no asume que matara a la joven, ya que mantiene que fue algo accidental en el transcurso de un episodio de sexo y cocaína, pidió perdón por su forma de actuar y después se acogió a su derecho a no declarar, según ha podido saber Europa Press.
La causa está abierta por un delito de homicidio, sin perjuicio de ulterior calificación, según ha informado el Tribunal Superior de Justicia de la Comunitat Valenciana (TSJCV), que ha indicado que la magistrada de guardia se inhibirá de las diligencias en favor del juzgado de primera instancia e instrucción de Alzira, que instruye esta causa.
Casi un mes desaparecida
El 7 noviembre se perdió la pista de Marta Calvo, de 25 años y natural de Estivella (Valencia), en Manuel, una pequeña población donde acudió para una cita con un hombre.
Dos días más tarde, su madre se personó en la vivienda donde el acusado vive de alquiler, en Manuel, ya que la última comunicación con su hija fue un mensaje de WhatsApp con esa localización.
Tras entregarse este miércoles en las dependencias de la Guardia Civil de Carcaixent, el sospechoso confesó que había descuartizado el cuerpo de la joven y sus restos los había tirado en varios contenedores. Su declaración ante la Guardia Civil se prolongó el miércoles desde pasadas las cinco de la tarde hasta casi las once de la noche.
Según adelantó el diario Las Provincias, el detenido también dijo a las autoridades que la joven murió el mismo día de su desaparición, durante una práctica sexual con consumo de cocaína.