La madre de las dos hermanas de Terrassa asesinadas en Pakistán tras negarse a aceptar sendos matrimonios forzados, Azra Bibi, también se encontraba retenida por la familia de los asesinos y en grave peligro. Ella y su hijo menor de edad, hermano pequeño de las víctimas, han podido ser recatados y puesto a salvo para poder, finalmente, ser trasladados a España. Fuentes de la investigación aseguran que la madre de Arooj y Anisa podría haber sido también asesinad por querer defender a sus hijas.
Volverán a un piso protegido de la Generlitat
Ha sido el cónsul de Pakistán en Barcelona quien este viernes ha hecho declaraciones oficiales para explicar la situación del caso del doble asesinato. Según Mirza Salman, ayer, un operativo policial en aquel país permitió poner a salvo a la madre y un hermano pequeño de Arooj y Aneesa. Según adelanta El País, el cónsul ha explicado“seis agentes de la Policía Nacional de Pakistán custodian ahora a la madre y a su hijo de nueve años y en dos o tres días regresarán a Barcelona, donde la Generalitat les ha ofrecido un piso protegido”.
Salman también ha explicado algunos detalles del caso, específicamente sobre como murieron las dos hermanas, mientras la madre estaba retenida en otra habitación. Según su declaración, la madre “escuchó los tiros que acabaron con la vida de sus hijas. A Aneesa, (21 años) le dispararon en la cabeza. A Arooj, (24 años) todavía lo desconocemos, pero también murió de un disparo”, señala.
La madre también corría peligro de ser asesinada
Fueron los agentes los que lograron liberar Azra Bibi del interior de la habitación que apenas tuvo tiempo de estar presente en el entierro apresurado de sus hijas hasta que fue llevada a una zona segura, para evitar ser también asesinada. La mujer marchó después a la capital del país, Islamabad, pero había un problema pendiente: el hijo pequeño seguía en manos de la familia de los maridos.
Azra tuvo que ser luego escondida en otra aldea para que la familia de su “yerno” Hassan no acabara con su vida también.
La vital gestión del consulado de Pakistán en Barcelona
Según el cónsul, el cuerpo consular y su diligencia han sido determinantes para poner a salvo a la madre y a al hijo menor de ésta. Ha explicado que el jueves se realizó una videollamada desde los Mossos de Esquadra a Pakistán para contactar con Azra, que les dijo que temía por su vida, así como por la de su hijo menor que había quedado en manos de la familia de uno de los asesinos. A partir de ese momento, ha declarado Salmán que se movilizó al cuerpo consular y a la inteligencia secreta en Pakistán, hasta que hoy les comunicaron que “han conseguido liberar al menor, tienen los pasaportes y hay media docena de agentes custodiando la seguridad de Azra y su hijo”, que se espera que lleguen a Barcelona en dos o tres días.
Creyeron que su madre estaba muy enferma
Las hermanas asesinadas vivían en Terrassa y hacían una vida normal. Mantenían una relación sentimental cada una con un chico de la comunidad pakistaní de Barcelona y no tenían la menor intención de cumplir con el matrimonio forzado al que habían sido sometidas. Sin embargo, viajaron a Pakistán engañadas, creyendo que su madre, que había llegado unas semanas antes, se había puesto gravemente enferma, y en menos de 24 horas después de haber llegado a su pueblo, fueron asesinadas.
Se ha sabido que los matrimonios nunca fueron consumados, por lo que era absolutamente necesario para sus maridos que ambas hermanas accedieran a firmar los documentos obligatorios para legalizar la unión y así poder trasladarse a Terrassa con ellas, aprovechándose de la condición de residentes en España de ellas. La negativa de las dos mujeres a sus intenciones fue lo que desencadenó el fatal final.
Todo el pueblo encubrió el asesinato y nadie las ayudó
Además de Azra, todo el pueblo escuchó los gritos de las mujeres y sabían lo que estaba pasando, Una de ellas llegó a salir a la calle a pedir ayuda, pero su hermano la interceptó pistola en mano y apartó a algunos vecinos de alrededor al grito de “es un asunto de familia”. No sólo nadie las ayudó, sino que nadie llamó a la policía hasta que los asesinos habían huido.
Azra ni siquiera pudo presentar denuncia por lo ocurrido y que ella había presenciado, por lo que su testimonio será muy importante en la investigación que se está llevando a cabo, tanto en Pakistán como en España. La realizada en Terrassa por los Mossos d’Esquadra se centra en averiguar si algunos familiares que residen en Catalunya de las dos mujeres asesinadas, participaron en el complot para que Anisa y Arooj acabaran viajando a Pakistán.
La investigación sigue abierta después de que el pasado martes se le tomara declaración al padre de las chicas durante horas y quedara en libertad. Ahora los Mossos aguardan la llegada de Azra para poder recabar más datos sobre los posibles responsables de este doble asesinato revestido como “crimen de honor”.