El identificado se hacía pasar por expolicía y se ofrecía como escolta a grupos de turistas en Barcelona, a los que cobraba 50 euros la hora, aprovechando el impacto por el aumento de la criminalidad en la capital catalana.
Ante esta situación en Barcelona, empezó a poner anuncios en redes sociales. Ofrecía un servicio de escolta privado para grupos de hasta 40 turistas, especialmente de nacionalidad alemana e italiana, a cambio de garantizarles su seguridad en su estancia en Barcelona.
Todo empezó tras la primera muerte
La idea se le ocurrió tras la muerte, a finales de junio pasado, de una alta representante del gobierno de Corea del Sur debido a las lesiones que sufrió al caer al suelo cuando un ladrón la empujó desde una moto al intentarle robar el bolso.
Al tener conocimiento de que sus anuncios se convirtieron en virales en las redes sociales, la Unidad Central de Redes de Inmigración Ilegal y Falsedades Documentales (UCRIF) de la Policía Nacional estableció un dispositivo en el que logró identificar al falso expolicía.
Rumano con antecedentes
Una vez identificado, se comprobó que no solo no había ejercido nunca como policía ni como agente de seguridad privada, ni en España ni en su Rumanía natal, sino que además había cumplido en su país una condena de casi veinte años de cárcel por un delito de tráfico de estupefacientes, según las fuentes.
El hombre ha sido denunciado ahora administrativamente para determinar si ha cometido una falta muy grave en la ley de seguridad privada.