El hombre condenado a 15 años de prisión por matar de una patada a un turista italiano en la discoteca St. Trop’ de Lloret de Mar (Girona) se ha fugado antes de entrar en prisión. El imputado, que se encontraba en libertad provisional, no se ha presentado a la vista que se celebraba este miércoles en la Audiencia Provincial de Girona para decidir si entraba o no en prisión, ante el anuncio de recurso contra la sentencia que ya adelantó su defensa.
En este sentido, el fiscal y las distintas acusaciones ya han solicitado que se dicte de forma urgente una orden internacional de detención e ingreso en prisión para el prófugo, que gozaba de libertad provisional al completarse el tiempo máximo en prisión preventiva. Fuentes judiciales han asegurado, sin embargo, que el imputada había cumplido hasta la fecha con las visitas periódicas de control.
Los hechos: una pelea mortal
Los hechos sucedieron el 12 de agosto de 2017 en la discoteca St.Trop’ de Lloret de Mar. La víctima y su grupo de amigos coincidieron en el interior del local con el acusado y dos hombres más, originándose una pelea entre ambos grupos en medio de la pista de baile. En un momento dado, la víctima cayó al suelo y el acusado le profirió una patada que provocó la muerte del turista.
Tras la celebración del juicio este pasado mes de junio, la Audiencia de Girona, siguiendo el veredicto de culpabilidad del jurado popular, lo condenó a 15 años de prisión – la pena mínima. Su argumento fue que más allá de la patada con alevosía, pues la víctima no pudo defenderse desde el suelo, no existía otro elemento que justificase elevar la condena.
Con todo, la sentencia también absolvía a un segundo acusado, tras descartarse que participara en la agresión mortal.
El proceso penal continúa sin el acusado
Aunque pueda parecer extraño, la incomparecencia del condenado no paraliza todo el procedimiento judicial que ya está en marcha y las partes pueden seguir trabajando en los recursos que tienen previstos y que ya anunciaron contra la sentencia de la Audiencia de Girona.
Además, al margen de los tribunales catalanes, el acusado también tiene un procedimiento penal en Italia por estos mismos hechos. En el país itálico se enfrenta a una condena de cadena perpetua, una sentencia mucho más elevada que en nuestro país.