El servicio de urgencias médicas del Hospital Mútua de Terrassa alertó, esta semana, a la policía catalana de la llegada de dos hombres, de etnia gitana, malheridos por arma de fuego.
Los dos heridos, en un presunto tiroteo, se presentaron por su propio pie a urgencias, con la finalidad de ser operados quirúrgicamente. Uno tenía una herida en el brazo y el otro en la pierna, fueron operados y su vida ya no corre peligro.
Inmediatamente, los servicios de urgencias del hospital alertaron a los Mossos d’Esquadra de lo sucedido. La comisaria general del Área Metropolitana Norte se hizo cargo de caso y sigue investigando los hechos, de momento poco claros.
Los heridos se niegan a colaborar
Los dos hombres se negaron a colaborar con la policía y la poca información que les ofrecieron, para pasar del paso, fue vaga, poco detallada y ambigua.
No es extraño que los miembros del colectivo gitano se nieguen a colaborar con los agentes de la autoridad, pues no sería la primera vez que ponen en marcha sus propios métodos de justicia, al margen de los cuerpos policiales.
Uno de los malheridos ofreció cuatro detalles de lo sucedido, lo cual ha servido a los agentes de la UIT del Área Metropolitana Norte para iniciar la investigación, que sigue abierta.
Según el hombre, él y su compañero (ambos de nacionalidad española, pero de etnia gitana) se vieron envueltos en un, presunto, tiroteo en un polígono dirección Girona. Según su relato, al que ha tenido acceso eltaquígrafo.com, un tercer hombre de origen marroquí les habría disparado.
Aun así, no esclarecieron ni la localidad exacta donde se han producido los hechos, ni el motivo por el que se encontraban en dicho polígono. Es por eso por lo que la policía catalana baraja la posibilidad de que fuera un ajuste de cuentas entre dos bandas o familias rivales o enfrentadas.