Se trata del segundo incidente en menos de una semana en la prisión de Quatre Camins, en Barcelona. A pesar de que el Departamento de Justicia de la Generalitat mantiene que, en ambos casos, no puede considerarse una agresión sexual porque no hubo contacto físico; desde los sindicatos de prisiones Marea Blava y CSIF se exige el cese inmediato de la dirección de dicho centro penitenciario por no actuar de forma tajante ante lo que para ellos son dos claras agresiones sexuales a dos funcionarias.
La primera agresión trascendió el pasado martes 6 de julio, cuando se supo que un interno había sido trasladado de prisión después de asaltar a una funcionaria cuando estaba en el baño y forzarla a tocarle los genitales. La sección de prisiones del sindicato CSIF denunció los hechos y fue entonces que la Dirección General de Asuntos Penitenciarios de la Generalitat acordó el traslado urgente del interno por motivos de seguridad, clasificándolo de primer grado e ingresando en una celda de aislamiento.
Una semana más tarde, se ha conocido un nuevo caso. En esta ocasión ambos sindicatos han denunciado que el pasado lunes 12 de julio, sobre las 20:40 horas, una funcionaria se percató del tumulto de internos que vitoreaba a uno de ellos, mientras éste hacia gestos obscenos hacia ella. Concretamente, se estaba masturbando a la vez que la amenazaba. Cuando el preso pudo ser aislado, le gritó desde el interior de su celda: “entra en mi celda, que te explico quién manda aquí”.
Dos episodios muy bochornosos en 7 días
Los sindicatos lamentan la realidad que les toca vivir a decenas de funcionarios en las prisiones catalanas, en especial a muchas mujeres que son vejadas, amenazadas e increpadas por los internos. En este sentido, el CSIF achaca estos incidentes a la “permisividad y laxitud” por parte de la dirección de Quatre Camins con “los internos más conflictivos”. Exigen que estos hechos no queden impunes y que la dirección del centro asuma responsabilidades y dimita.
Ambos sindicatos coinciden, por otro lado, en que es necesario más personal para hacer frente a este tipo de delitos: "Necesitamos un dimensionamiento plantilla adecuado. No es un hecho circunscrito a un solo centro, se puede dar en cualquiera. Recordemos que hay presos que cumplen condena por agresión sexual pero necesitamos los recursos para combatirlos", recuerdan desde CSIF.