La ‘narcoviolencia’ ha dejado una nueva muerte en Catalunya. La guerra entre las organizaciones criminales dedicadas al tráfico de marihuana no cesa, los “vuelcos” se han duplicado y la violencia ha aumentado, no queda grupo sin armas para protegerse y/o atacar. En esta ocasión, los Mossos han detenido a tres personas en Lleida después de que acudiesen a comisaria para denunciar el asesinato del vigilante de su plantación de marihuana.
No suelen ser sucesos que se denuncien, pues pocos narcotraficantes asumen las consecuencias directas de dicha denuncia: su detención. Sin embargo, en esta ocasión los denunciantes aceptaron la detención a cambio de que se investigue el asesinato de su vigilante, en una macro plantación de Les Borges Blanques.
Denuncian la muerte de su vigilante
Los denunciantes del presunto crimen han quedado bajo arresto policial por un delito contra la salud pública. Dos de los detenidos, según publica el diario Segre, son de nacionalidad española y se personaron en la tarde de ayer en la comisaría para denunciar que su cultivo de marihuana había sufrido un ataque para robar la droga y que el vigilante de la misma, un joven de unos 20 años había sido asesinado.
Además, explicaron que se encontraron el cuerpo de la víctima con una bolsa en la cabeza y aseguraron que ellos no eran los autores del crimen. Agentes de la Unidad Territorial de Investigación (UTI) de Ponent acudieron anoche a la plantación, pero aún no han encontrado el cadáver. El caso, del que se ha hecho cargo la unidad de investigación criminal de la policía, se encuentra bajo secreto de sumario.
Preocupación en los Mossos
Se da el caso de que el pasado jueves el jefe de los Mossos en Ponent, Jordi Dalmau, expresó su preocupación por el crecimiento exponencial de grupos criminales dedicados al cultivo y tráfico de marihuana que se están instalando en Catalunya, principal productora de esta droga en Europa. Asimismo, pidió la implicación de los poderes legislativo y ejecutivo para afrontar el problema. "Si no queremos que Catalunya se convierta en sede de estos grupos organizados, es responsabilidad de todos hacerle frente", comentó.
De hecho, el choque de poderes y anhelos que ha conllevado el crecimiento exponencial de organizaciones criminales afincadas en Catalunya ha provocado, como publicó eltaquigrafo.com de un informe de los Mossos d’Esquadra, un indudable auge de los ajustes de cuentas, los “vuelcos” y los crímenes de sangre entre clanes rivales. Aunque todavía no se ha llegado a una situación realmente preocupante, como la que se vivió en la Costa del Sol a finales de 2019 (con la ejecución pública de nueve homicidios relacionados con el tráfico de estupefaciente en menos de cuatro meses), dicho informe de la policía catalana ya apunta a una media de tres homicidios anuales por cuestiones relacionadas con la marihuana. En 2018, es cuando se registró la cifra más alta con 7 muertos en un año y durante el pasado 2020, fueron 5.
La “narcoguerra” en Catalunya registra 102 incidentes
Estos crímenes de sangre son una consecuencia directa de la “narcoguerra” silenciosa que protagonizan las organizaciones criminales presentes en Catalunya. La sobreabundancia de clanes dedicados a esta actividad ha conducido a un aumento de los “vuelcos” y la “narcoviolencia” entre ellos. Estas acciones se devuelven con más violencia y así empieza a girar sin freno la rueda de vendettas entre grupos rivales. En este sentido, a pesar de las restricciones por la pandemia del coronavirus, en 2020 se registraron 102 incidentes violentos relacionados con la marihuana en Catalunya; 96 del total fueron ‘narcoasaltos’ y en 66 de estos “vuelcos” se constató el uso de armas de fuego.